Los peligros del 'oversharing': la adicción a las redes sociales se relaciona con el 55 % de los síntomas de ansiedad
La Generación Z es particularmente vulnerable: uno de cada cuatro jóvenes pasa más de 8 horas diarias en sus dispositivos, y el 41 % recurre a las redes para manejar emociones negativas
El acceso de los jóvenes a los teléfonos móviles y redes sociales ocurre a edades cada vez más tempranas, lo que ha llevado a algunos gobiernos a plantear su prohibición entre los preadolescentes. Las principales preocupaciones son la adicción que generan estas plataformas y el fenómeno del oversharing, que implica compartir de manera desmedida detalles personales en línea.
En España, esta adicción está asociada al 55 % de los casos de ansiedad, al 52 % de los síntomas de depresión y al 48 % de los comportamientos agresivos. Estas cifras provienen del estudio 'Oversharing: Adictos a compartirlo todo', realizado por Línea Directa en colaboración con expertos de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Basado en 1.700 encuestas, el informe analiza el impacto del uso excesivo de las redes sociales en la salud mental y busca ofrecer estrategias preventivas.
El uso de las redes sociales como herramienta de validación social está impulsando un comportamiento adictivo, especialmente en la Generación Z, que pasa en promedio más de 7 horas diarias frente a sus dispositivos, de las cuales 4 se dedican exclusivamente a redes sociales. Esta adicción fomenta el oversharing, una práctica que lleva a millones de personas a compartir información íntima buscando aceptación. Según el informe, 6,5 millones de españoles reconocen compartir detalles personales, mientras que el 16 % publica fotos con frecuencia. Este comportamiento varía según la región, con Extremadura, Aragón y Madrid liderando en frecuencia de publicación y comunidades como Navarra y Asturias con menores índices.
El impacto emocional del uso intensivo de redes sociales es significativo. Los usuarios que más tiempo dedican a proyectar una vida idealizada suelen ser los más afectados psicológicamente. La adicción a estas plataformas está detrás del 55 % de los síntomas de ansiedad, el 52% de los de depresión y el 48 % de las conductas agresivas. Además, un 30 % del oversharing se relaciona con la incapacidad de regular emociones, lo que agrava la dependencia de las redes. Los usuarios buscan en estas plataformas un alivio a su malestar emocional, pero terminan incrementando sus problemas, dado que el tiempo de uso influye directamente en un 20 % de los síntomas de ansiedad, depresión e ira.
El deseo de proyectar una imagen ideal en redes sociales ha convertido a muchos usuarios en imitadores de influencers. El 51 % mantiene perfiles públicos y 2,7 millones de personas superan los 2.000 seguidores. Cerca del 40 % utiliza filtros para mejorar su imagen, y el 64 % solo comparte momentos felices. Este enfoque selectivo genera frustración al compararse con la vida aparentemente perfecta de los demás.
La Generación Z es particularmente vulnerable. Uno de cada cuatro jóvenes pasa más de 8 horas diarias en sus dispositivos, y el 41 % recurre a las redes para manejar emociones negativas, como ansiedad o culpa. Además, el 55 % de los jóvenes ha recibido comentarios ofensivos en redes, casi el doble que la media general.
Para prevenir esta problemática, es esencial educar en un uso responsable desde edades tempranas. Establecer límites de tiempo, desactivar notificaciones, fomentar interacciones cara a cara y promover un uso equilibrado de la tecnología son medidas clave para evitar la adicción y sus consecuencias negativas.