
Mónica García en el Hospital 12 de Octubre
El Estatuto Marco vuelve a negociarse: ¿cuáles son las discrepancias entre Mónica García y los médicos?
Este problema, aunque parezca actual, lleva varios años latente, ya que «ningún color político ha cuidado a los médicos» ni a la hora de hacer un registro de profesionales correctamente
Este lunes, Mónica García se ha reunido, después de que cancelase la reunión del pasado jueves, con las organizaciones sindicales FSES, CC.OO., UGT Servicios Públicos, CSIF y CIG-Saúde, para renaudar las negociaciones del nuevo Estatuto Marco de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud (SNS).
En la reunión, los principales sindicatos han transmitido a García la importancia de que la negociación se desarrolle «exclusivamente» en el Ámbito de Negociación constituido por ambas partes en el Ministerio de Sanidad, «como herramienta fundamental para la defensa de los derechos de todos los profesionales de la Sanidad y la mejora de sus condiciones laborales y económicas, cuestión que en las últimas semanas se había desvirtuado», explica Europa Press.
El tema del Estatuto Marco «tiene cosas positivas, negativas y a medias», comentó a este medio el pasado miércoles la cirujana Ángela Hernández, secretaria general del sindicato Amyts –formación cercana a la ministra Mónica García–. Este problema, aunque parezca actual, lleva varios años latente, ya que «ningún color político ha cuidado a los médicos» ni a la hora de hacer un registro de profesionales correctamente, ni de crear una jornada competente o decidir cómo se dirigen los centros de gestión directa.
Lo mismo ha expresado este lunes Fernando Hontangas, presidente del sector nacional de Sanidad de CSIF, quien ha asegurado que los sindicatos presentes en la mesa de negociación han conseguido desbloquear «la situación y retomar las negociaciones». Así, ha apuntado que el objetivo siempre ha sido negociar «un Estatuto Marco que incluya mejoras laborales y salariales para todo el personal de la sanidad».
Qué piden algunos sindicatos
Con la esperanza de un cambio, Amyts, junto con Metges de Cataluña y el Sindicato Médico de Euskadi (SME), presentó una propuesta. Sin embargo, desde el verano hasta enero no recibieron ninguna respuesta. En un contexto de profundo malestar entre profesionales y sindicatos, el borrador fue filtrado, lo que resultó ser un alivio para muchos, ya que al menos pudieron conocer su contenido.
Tras la filtración, en la presentación del Estatuto Marco, Mónica García propuso que los cargos directivos profesionales, como los jefes de servicio, trabajen exclusivamente en la sanidad pública, prohibiéndoles compatibilizar su labor con otros empleos fuera del Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, anunció la eliminación de las guardias de 24 horas.
«Cada vez más gente empieza a entender en qué condiciones trabajamos los médicos desde 2003», lamentó la doctora Hernández, quien destacó que el problema principal es la jornada laboral. Así, explicó que, en el borrador, simplemente han cambiado el nombre de la «jornada complementaria» por «jornada de guardería», pero sigue siendo una situación excepcional que solo afecta a médicos y facultativos, sin aplicarse al resto del personal sanitario.
Otro punto clave es el límite de 48 horas semanales de trabajo efectivo. Aunque reducen el cómputo de seis a cuatro meses, sigue habiendo una gran diferencia con respecto a otros sectores, especialmente cuando a nivel general se discute reducir la jornada a 37,5 horas para mejorar la productividad y la conciliación. La secretaria general del sindicato madrileño denunció que estas horas extras no se contabilizan correctamente.
Además, señaló una situación que «nos tiene agotados». Cuando un médico hace más de tres guardias y media al mes, empieza a acumular jornadas ordinarias pendientes, sin posibilidad de cumplirlas dentro del límite de 48 horas. «Que te digan que debes horas cuando hay especialidades como neurocirugía, donde son muy pocos y tienen que cubrir todo el año, lleva a que haya residentes haciendo guardias de dos días seguidos».
Si bien el límite de 17 horas de trabajo continuado es un avance positivo, la cirujana advierte que su efectividad depende de cómo se ajusten las horas de entrada y salida. En el primer borrador no se contemplaba, pero ahora se ha ratificado que el descanso no se considerará tiempo recuperable de la jornada ordinaria. Sin embargo, esto debería aplicarse también a la mañana, para evitar que las horas se sigan acumulando.
La solución, según Amyts, sería unificar el cómputo de jornada para todos. Sin embargo, esto choca con un problema estructural: la falta de médicos. Implementar este cambio requeriría al menos un tercio más de facultativos, algo inviable actualmente. De hecho, no se espera una mejora hasta 2028-2030, cuando haya un excedente de especialistas.
Restricciones a los médicos MIR
Durante una rueda de prensa, Mónica García lanzó otra propuesta polémica: obligar a los médicos internos residentes (MIR) a trabajar exclusivamente en la sanidad pública durante sus primeros cinco años. No obstante, tras el rechazo de sindicatos, profesionales y estudiantes, Sanidad dejó la decisión en manos de las comunidades autónomas. Hernández advirtió que esto generará desigualdades entre territorios, ya que algunas regiones serán más flexibles que otras para atraer residentes. Además, consideró que la medida responde a criterios meramente ideológicos.
La cirujana también cítrico la nueva clasificación profesional, calificándola de «engaño». No solo equipara todos los grados en el nivel A1, sino que no refleja las exigencias de la carrera de Medicina y su especialización. Por ello, Amyts insiste en la necesidad de crear una categoría A1+.
En cuanto al complemento nacional para los grupos siete y ocho del Marco Español de Cualificaciones, la secretaria general de Amyts aseveró que, pese a su anuncio, no tiene «un impacto real en la retribución», ya que no está asociado a ningún incremento salarial. Asimismo, aunque se plantea la recuperación de la paga extraordinaria completa, algunos complementos seguirán sin incluirse.
Entre los aspectos positivos del nuevo Estatuto Marco, Amyts apunta la garantía de paridad y el prorrateo de guardias. Esto significa que las guardias se pagarán de forma proporcional en casos de embarazo, lactancia o incapacidad temporal. Además, se asegurará que al menos el 40 % de los cargos directivos sean ocupados por mujeres.