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Menos sal, azúcar y grasas saturadas: así ha evolucionado la calidad nutricional de los productos envasados en España
El objetivo fundamental del análisis ha sido medir el efecto de las estrategias aplicadas para la reducción de ingredientes perjudiciales para la salud como azúcares, grasas saturadas y sal
La calidad nutricional de los alimentos y bebidas que se comercializan en España ha experimentado una mejora notable en los últimos años, gracias a las estrategias de reformulación impulsadas desde distintos ámbitos. Así lo refleja el estudio titulado 'Fotografía actualizada de alimentos comercializados en España utilizando la base de datos de composición de alimentos TABULA®', recientemente publicado en la revista científica Journal of Food Composition and Analysis.
El trabajo ha sido desarrollado por el Grupo de Excelencia «Nutrición para la Vida» junto con el Instituto Universitario CEU Alimentación y Sociedad (IUAyS) de la Universidad CEU San Pablo. Constituye una de las primeras revisiones detalladas del impacto que ha tenido el Plan Nacional de Reformulación sobre el perfil nutricional de los productos envasados disponibles en el mercado español. La investigación ha evaluado el contenido nutricional de 6.500 productos distribuidos entre los años 2022 y 2023, empleando para ello la base de datos Tabula®, una herramienta que compila información extraída directamente del etiquetado nutricional.
El objetivo fundamental del análisis ha sido medir el efecto de las estrategias aplicadas para la reducción de ingredientes perjudiciales para la salud como azúcares, grasas saturadas y sal. De acuerdo con los resultados, en la mayoría de las categorías de productos analizados, la mediana del contenido de estos nutrientes se sitúa por debajo de los umbrales considerados como «alto contenido en», según los estándares fijados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
«Estos resultados sugieren que los esfuerzos en reformulación de alimentos y bebidas están teniendo un impacto positivo, así como el plan en la mejora de la calidad nutricional del mercado de productos procesados», ha subrayado Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad CEU San Pablo y principal responsable de la investigación.
No obstante, el estudio también pone de manifiesto que hay ciertos segmentos que aún requieren atención. Los productos pertenecientes a las categorías de «chocolates y productos de confitería azucarados, barritas energéticas, coberturas dulces y postres», así como los «helados comestibles», siguen mostrando un perfil nutricional desfavorable, debido a la combinación de altos niveles de azúcares y grasas saturadas.
Para el profesor Varela-Moreiras, la mejora del perfil nutricional debe abordarse desde un enfoque amplio: «Es necesario seguir trabajando para mejorar el perfil nutricional de los productos alimenticios, pero estas estrategias deben convivir con políticas más amplias, como la mejora de la disponibilidad y accesibilidad de alimentos frescos y mínimamente procesados, campañas de educación alimentaria, nutricional, y gastronómica, desde las edades más tempranas y acciones muy diversas que favorezcan entornos alimentarios saludables».
La base de datos Tabula®, clave en este análisis, es una herramienta que permite a profesionales del ámbito de la nutrición y la dietética conocer de manera actualizada la composición de los alimentos envasados, basándose en la información nutricional declarada en su etiquetado. Abarca más de 6.500 productos y representa aproximadamente el 80 % del mercado nacional.
«Esta base nos permite tener datos actualizados que servirán para tomar decisiones con criterios actuales sobre las políticas que se están realizando. La evolución del mercado alimentario es constante y global, y por eso es fundamental contar con información científica, dinámica y de calidad que refleje estos cambios», añadió Varela-Moreiras.
Los autores del estudio destacan también la importancia de mantener herramientas como Tabula® constantemente actualizadas, para poder hacer un seguimiento riguroso de la evolución del mercado. Según el catedrático, «esto requiere un esfuerzo de recopilación, procesamiento y análisis de datos en tiempo real, lo cual se ve actualmente limitado por las tecnologías de automatización y la financiación disponible». Asimismo, recalcó la necesidad de crear «sistemas de información vivos y dinámicos» que incorporen datos proporcionados por los fabricantes de manera centralizada y estandarizada, lo que facilitaría notablemente la labor de monitoreo.