Ana Redondo e Irene Montero, las dos ministras de Igualdad bajo el mandato de Pedro Sánchez
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
La farsa del 'Gobierno más feminista de la historia': «Actúa por interés propio, ha abandonado a las víctimas»
Las víctimas de violencia de género relatan en conversación con El Debate el abandono que sienten con el Gobierno de Sánchez y la inacción e inutilidad de su Ministerio de Igualdad
El Gobierno de Pedro Sánchez lleva siete años de mandato abanderando la lucha contra la violencia de género. Desde el Ministerio de Igualdad liderado en su momento por Irene Montero hasta la actual cartera regida por la socialista Ana Redondo, el Ejecutivo ha cubierto titulares con sus numerosas medidas para erradicar la violencia contra la mujer, autodefiniéndose como 'el Gobierno más feminista de la historia'.
La realidad es que a pesar de la cantidad de millones invertidos en esta materia, la cifra de mujeres víctimas de violencia de género apenas se reduce, muchas de las medidas de protección prometidas siguen cogiendo polvo en algún cajón del Ministerio de Igualdad y la controvertida Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida popularmente como la ley del 'solo sí es sí', ha devuelto a la calle a, al menos, 126 agresores.
La última metedura de pata del Ejecutivo central ha sido recientemente retratada por la Fiscalía General del Estado, quien ha revelado que un fallo en el sistema informático de las pulseras que utilizan los agresores para el cumplimiento de las medidas cautelares y penas de prohibición de aproximación en materia de violencia de género ha dejado un «vacío informativo» y ha supuesto «una gran cantidad» de absoluciones y sobreseimientos de agresores debido a que los juzgados no podían acceder a la información sobre sus movimientos.
Sobre esta cuestión, la asociación ALMA contra la violencia de género ha asegurado en conversación con El Debate que desde el Ministerio de Igualdad «no se están haciendo las cosas bien». «No se están haciendo bien desde el principio. Ha habido un tiempo en que todo ha estado en el aire, lo que ha provocado que muchas denuncias por quebrantamientos de órdenes de alejamiento hayan quedado archivadas o paralizadas, a la espera de poder obtener la información. Eso implica dejar a mujeres desprotegidas», han afeado desde esta entidad.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, comparece en la Comisión de seguimiento
A juicio de ALMA, «hay que hacer mucho trabajo, pero bien hecho. No por salir del paso». Actualmente, esta organización en defensa de las víctimas de violencia de género considera que «ya no merece la pena» presentar soluciones al departamento que dirige Redondo, ya que el Gobierno «actúa solo por interés propio».
«Hemos tenido reuniones con secretarios de Estado y con ministros. Te escuchan como si atendieran, pero a la hora de la verdad no hacen nada. Y eso que no vamos solo como entidad, sino dentro de mesas de trabajo con más organizaciones. Nosotros no vamos a quejarnos, sino a llevar soluciones. Pero sinceramente, no nos escuchan. Han abandonado a las víctimas», sentencian desde esta entidad.
El problema de la ley trans
«¿De qué hablan el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, si luego niegan la condición de mujer diciendo que ser mujer 'es un sentimiento'? Es absurdo», reflexiona Elena Ramallo, doctora en Derecho y víctima de violencia de género, ante los micrófonos de este medio.
En palabras de esta jurista, «con la esencia que recoge la ley trans, se pierde el sentido de todas las leyes de protección», ya que «desaparece la condición biológica de ser mujer». Es por esto que Ramallo considera que las políticas de protección de las mujeres de este Gobierno «son una farsa».
«No puedes defender la protección de las mujeres el 25 de noviembre y a la vez decir que 'ser mujer es un sentimiento'. Si es un sentimiento, no es una condición inherente. La propia ley destruye años de políticas de igualdad. Por eso digo que las políticas de igualdad de la izquierda son una mentira», declara a El Debate.
Desprotección absoluta
Por otro lado, Patricia Díaz, mujer víctima de violencia de género, ha denunciado ante este periódico que «no se están tomando las medidas adecuadas, porque una pulsera en la muñeca de un maltratador no nos va a librar a ninguna víctima de un trágico final, a la vista está». A todo esto, prosigue Patricia, se le suma «el tapón» que se crea en los Juzgados de Violencia de Género a raíz de la reciente proliferación de denuncias falsas.
«Con el tapón que a nivel judicial generan las falsas denuncias es imposible que exista una protección real de las víctimas auténticas. Con lo cual estamos desprotegidas», lamenta. Asimismo, retrata la situación de ciertos hombres víctimas de estas denuncias «porque con estas leyes penosas, sangrantes e infames están vendidos a terminar en el calabozo y ver cómo se les arruina sus vidas e hipoteca durante años hasta que consiguen demostrar que son inocentes».