Imagen del sismo registrado
Un terremoto de magnitud 4 'despierta' a Vitoria: «Ha temblado todo, pensaba que me estaba volviendo loca»
El epicentro del sismo se ha situado cerca de la localidad de Iruña de Oca y se ha sentido en Vitoria y Logroño
En la media noche de este lunes, el suelo ha temblado en Vitoria, en la provincia de Álava y en La Rioja. Según los datos que ha recogido el Instituto Geográfico Nacional, un sismo de magnitud 4.0 se ha localizado en el municipio alavés de Iruña de Oca.
A pesar de no haberse registrado daños personales ni materiales, los habitantes de ciudades como Vitoria han sentido el temblor, que a más de uno ha pillado entre la incredulidad y el asombro.
Según los datos que ha proporcionado el IGN, el terremoto se ha podido sentir en otros puntos de la provincia de Álava como Nanclares de Oca, Villaluenga además de la propia capital vasca, donde la escala de intensidad que han marcado los sismógrafos ha sido de nivel III. Otros puntos que han notado el temblor con una intensidad de nivel II, según los puntos de registro que tiene el Instituto, han sido: Amurrio, Elburgo, Amézaga de Zuya o Labastida.
Escala de niveles de intensidad
No obstante, el sismo también se ha sentido en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro. Otros también que han registrado el sismo han sido los riojanos, ya los puntos del IGN que hay repartidos por toda La Rioja han registrado intensidades de nivel II. En la capital riojana, Logroño, o en cabeceras de comarca como Nájera, Haro, Santo Domingo de la Calzada o Arnedo, los sismógrafos también han marcado nivel II.
Incredulidad entre los vitorianos
A pesar de no haber sido un terremoto de gran magnitud, considerado «moderado» según la Escala de Richter, los vitorianos han sentido como el suelo de la capital temblaba y se movía.
Una de ellas ha sido Maider, que explicaba entre el asombro y la incredulidad cómo había sentido que el suelo de su casa se movía. Quien también lo había notado al instante había sido su madre, que al ver como temblaba la casa, ha tenido que preguntar a Maider si era cierto o un sueño lo que estaba pasando.
«Ha temblado todo, pensaba que me estaba volviendo loca» ha confesado Maider, aun con el susto en el cuerpo. «Me ha venido mi madre corriendo para ver si había notado el terremoto, le he jurado que yo también lo había sentido», explica la joven vitoriana.
Las dos se han alegrado de que se haya quedado en una anécdota y en algo relativamente gracioso para recordar, ya que lo que menos se esperaban Maider, su madre y el resto de vitorianos era un terremoto en Vitoria. «Un terremoto, un domingo a las doce de la noche, ¿qué me estás contando?».
