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17 de mayo de 2024

Gigantesca batería en Rudong, a las afueras de Shanghái

Gigantesca batería en Rudong, a las afueras de ShangháiEnergy Vault

Una gigantesca batería que parece un edificio: la última apuesta renovable de China

El gigante asiático continúa realizando impresionantes construcciones para ampliar su capacidad energética y venderse como un país respetuoso con el medio ambiente

Parques eólicos y fotovoltaicos inmensos con los aerogeneradores más grandes del mundo o la instalación de placas solares cada tejado. Estamos ya acostumbrados a las excentricidades energéticas de China, que persiguen una obsesión por producir más y más electricidad ante el temor de quedarse sin abastecimiento.
Por esto, tras la apertura de centrales térmicas e hidráulicas y la construcción de multitud de parques solares y eólicos, ahora el gigante asiático se ha lanzado a construir una gigantesca batería de gravedad que tiene la apariencia de un edificio de unas 30 plantas.
Esta iniciativa viene de la mano de la empresa suiza Energy Vault y consiste en un sistema de almacenamiento de energía por gravedad que se está construyendo junto a un parque eólico en Rudong, en la provincia de Jiangsu, a las afueras de Shanghái. La compañía anuncia que con esta megaconstrucción se pretende aumentar y equilibrar la red energética de China mediante el suministro de energía renovable.
El proyecto, según explican en su página web, es el «primer despliegue de almacenamiento por gravedad» a escala de servicios públicos entre empresas estadounidenses y chinas y fue aprobado por el gobierno de la ciudad local y el provincial, con el apoyo de las agencias del gobierno central de China.
El objetivo parece ser ofrecer una alternativa «más económica, escalable y sostenible» a las plantas hidroeléctricas que representan el 90 por ciento de toda la capacidad de almacenamiento de energía a nivel mundial. Y esto lo consigue gracias al aprovechamiento de la gravedad terrestre y la energía cinética. Se trata, por tanto, de una batería gigante con forma de edificio. Los fabricantes estiman que para finales de año esté terminado el proyecto y pueda comenzar a operar, ya que de momento se encuentra en construcción.
Esta batería gigante suministrará energía renovable a la State Grid Corporation of China (SGCC), que está considerada como la empresa de servicios públicos más grande del mundo y proporciona energía a más de 1.100 millones de ciudadanos chinos en 26 provincias, regiones autónomas y municipios, cubriendo el 88 % del territorio nacional chino.

Fin de los combustibles fósiles

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunciaba esta semana que frente al auge de las energías renovables, el «principio del fin» de la era de los combustibles fósiles se aproxima. La demanda de petróleo, gas y carbón alcanzará su «pico» esta década, antes de lo que estaba previsto.
Una situación que se debe al espectacular crecimiento de las tecnologías de energías limpias, como los paneles solares y la electrificación de los automóviles, los cambios estructurales de la economía china y las consecuencias de la crisis energética mundial, que han acelerado las energías renovables, tal y como precisó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
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