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Fucus Espiralis

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13/2/2025

Fucus EspiralisAZTI

Descubren bacterias marinas que descomponen «un compuesto clave para el ciclo de carbono y el clima global»

Este enfoque resulta especialmente relevante ante problemas como la proliferación de algas pardas invasoras

Un equipo de investigación liderado por centros vascos y coordinado por AZTI, en colaboración con el Instituto IIS BioBizkaia y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), ha identificado bacterias marinas capaces de descomponer un compuesto clave en el ciclo del carbono y el equilibrio climático global, según ha informado el centro de investigación marina y alimentaria.

Desde AZTI explican que el fucoidán, un polisacárido complejo presente en la pared celular de las algas pardas, juega un papel crucial en la regulación del clima. Estas algas, ampliamente distribuidas en los océanos, capturan carbono mediante la fotosíntesis y lo almacenan en el medio marino. El fucoidán es particularmente resistente a la descomposición bacteriana, lo que permite que el carbono permanezca en los océanos durante largos periodos, contribuyendo así a la reducción del dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera.

A pesar de su importancia, el conocimiento sobre cómo las bacterias marinas influyen en el reciclaje del carbono del fucoidán sigue siendo limitado. En este contexto, un reciente estudio publicado en Nature Communications ha logrado aislar dos cepas bacterianas del microbioma de una macroalga parda capaces de degradar diferentes tipos de este compuesto.

Implicaciones para el clima y la biotecnología

AZTI destaca que este hallazgo ofrece nuevas perspectivas sobre el papel de las comunidades bacterianas en la captura de CO₂ en los ecosistemas marinos. Además, el descubrimiento de las enzimas responsables de la degradación del fucoidán abre nuevas posibilidades para aplicaciones en biotecnología, biomedicina y biorrefinería.

Los bosques submarinos de macroalgas almacenan grandes cantidades de carbono, comparables a las de ecosistemas terrestres como la selva amazónica. Según la investigadora Laura Alonso-Sáez, coordinadora del estudio y miembro de AZTI, «nuestro trabajo revela que algunas bacterias del microbioma de las macroalgas pueden influir en la cantidad de carbono retenido en los océanos, lo que tiene implicaciones directas en la regulación del clima».

El estudio también ha permitido comprender mejor los mecanismos que estas bacterias utilizan para degradar uno de los polisacáridos más complejos y bioactivos de la naturaleza, lo que podría impulsar su uso en diversos sectores industriales.

La velocidad a la que el fucoidán es descompuesto por microorganismos determina cuánto tiempo el carbono permanece almacenado en los océanos antes de regresar a la atmósfera. Comprender este proceso es esencial para mejorar las estimaciones sobre los flujos globales de carbono y prever con mayor precisión los efectos del llamado carbono azul en los ecosistemas marinos.

Potencial en la industria farmacéutica y la economía circular

El fucoidán posee propiedades bioactivas con alto potencial en la industria farmacéutica, incluyendo efectos antiinflamatorios, antitumorales e inmunomoduladores. Sin embargo, su estructura química compleja dificulta establecer relaciones claras entre su composición y sus beneficios terapéuticos.

La identificación de enzimas específicas capaces de descomponer distintos tipos de fucoidán podría simplificar su estructura molecular, facilitando su aplicación en medicina. Además, estas enzimas tienen un gran potencial en la biorrefinería marina, optimizando la extracción de compuestos valiosos y promoviendo el aprovechamiento sostenible de la biomasa algal para la producción de fertilizantes ecológicos y otros productos, fomentando así una economía circular en el sector marino.

Este enfoque resulta especialmente relevante ante problemas como la proliferación de algas pardas invasoras, como Rugulopteryx okamurae, que afecta negativamente a los ecosistemas costeros y a actividades económicas como el turismo y la pesca.

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