
El lémur ratón de Berthe
Alertan de la extinción de 25 especies de primates: «La situación es dramática»
Entre los casos más alarmantes se encuentra el del orangután de Tapanuli, en la isla indonesia de Sumatra
Un grupo internacional de expertos en primates ha difundido una lista con las 25 especies de primates más amenazadas en Asia, África, Madagascar y Sudamérica correspondientes al bienio 2023-2025. El documento recalca la apremiante necesidad de tomar medidas globales para proteger una biodiversidad que consideran insustituible.
«La situación es dramática. Si no actuamos ahora, perderemos algunas de estas especies para siempre», advirtió Christian Roos, genetista del Centro Alemán de Primates, en un comunicado. A pesar del sombrío panorama, Roos se muestra esperanzado siempre que ciencia, política y sociedad trabajen de manera conjunta: «Pero hay esperanza si la ciencia, la política y la sociedad actúan conjuntamente».
El informe ha sido elaborado por especialistas en primatología y conservación, con la colaboración de organizaciones de referencia como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Conservación Internacional (CI) y la Sociedad Primatológica Internacional (IPS). El diagnóstico que ofrecen es contundente: la pérdida de hábitat, la caza, el cambio climático y el tráfico ilegal de fauna son las amenazas principales que enfrentan estas especies.
Entre los casos más alarmantes se encuentra el del orangután de Tapanuli (Pongo tapanuliensis), en la isla indonesia de Sumatra. Con una población estimada de apenas 800 individuos, esta especie, descubierta en 2017 por investigadores del propio Centro Alemán de Primates, entre otros, es hoy el simio más amenazado del planeta. Estudios detallados sobre su morfología craneal, su dentición y su genoma han confirmado que se trata de una especie distinta a las otras ya conocidas, hallazgo en el que participó el propio Roos.
En Madagascar, la situación de los lémures también resulta crítica. Es el caso del lémur ratón de Madame Berthe (Microcebus berthae), el primate más pequeño del mundo, con solo 30 gramos de peso. Este diminuto animal, descubierto en 1993 cerca del bosque de Kirindy, ha visto decrecer su población de forma preocupante en los últimos tres años. Su desaparición en la mayoría de los bosques primarios restantes pone en entredicho la eficacia de las actuales estrategias de conservación. Peter Kappeler, responsable de la estación de campo en Kirindy, ha sido tajante al señalar que este podría convertirse en el primer primate en extinguirse en el siglo XXI, al no existir ejemplares en cautividad.
Estrategias de conservación propuestas
El documento aboga por la ampliación urgente de las zonas protegidas y su defensa efectiva como medida prioritaria para conservar los hábitats clave. A la par, destaca la importancia de involucrar y capacitar a las comunidades indígenas y locales, a quienes consideran aliados esenciales en la gestión y preservación de sus territorios. Además, el informe reclama reformas legislativas que refuercen la lucha contra la tala indiscriminada y el comercio ilegal de animales silvestres.
También se hace hincapié en la necesidad de garantizar una financiación sostenida que permita implementar programas de protección a largo plazo. En palabras de Roos: «Cada especie de primate que perdemos no solo supone una pérdida irreparable para la naturaleza, sino también para los humanos, porque los primates no solo son animales fascinantes, sino también especies clave de nuestros ecosistemas». La desaparición de una especie clave, recalca, puede alterar de forma irreversible el equilibrio ecológico.
Una lista con vocación de concienciación global
La enumeración de las 25 especies más amenazadas se renueva cada dos años con motivo del congreso de la Sociedad Primatológica Internacional. Su finalidad es sensibilizar al público sobre la delicada situación que enfrentan estos animales, nuestros parientes más cercanos. Además, esta iniciativa pretende captar apoyo financiero y respaldo institucional para los esfuerzos científicos y de conservación.
En la redacción del informe han colaborado más de un centenar de científicos procedentes de distintos países, lo que otorga a la publicación un carácter internacional y multidisciplinar. Su propósito último es no solo alertar sobre la inminente desaparición de muchas especies, sino también movilizar a la comunidad internacional para evitar que esa pérdida sea definitiva.