Embalse de Alcollarín vacío
El Gobierno de Sánchez vació un embalse antes de los incendios que servía para abastecer a los hidroaviones
Según consta en la Plataforma de Contratación del Estado, el vaciado de este embalse se enmarca en las actuaciones para el control de la especie invasora Pseudorasbora parva en el embalse de Alcollarín
La primera semana de este mayo de 2025, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) procedieron al vaciado del embalse de Alcollarín, una presa ubicada en la provincia de Cáceres que en los incendios que asolaron en la región en el año 2021 sirvió como abastecimiento de los hidroaviones de extinción.
Según consta en la Plataforma de Contratación del Estado, el vaciado de este embalse se enmarca en las actuaciones para el control de la especie invasora Pseudorasbora parva en el embalse de Alcollarín, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que fue adjudicado por más de un millón de euros a Ingeniería y Diseños Técnicos (SAU).
Tal y como reza la aprobación técnica del proyecto, el objetivo principal del proyecto es la prevención de la dispersión de la especie como consecuencia de la explotación del embalse y la disminución de las poblaciones presentes en el mismo, mediante artes pasivas y activas de pesca y en la instalación de barreras que limiten el paso de la especie aguas abajo del muro de presa.
Asimismo, se especifica que el ámbito del proyecto comprende el cauce principal del río Alcollarín desde su nacimiento hasta su desembocadura en el embalse del mismo nombre, el propio embalse de Alcollarín y los 300 metros de cauce, aguas debajo de la presa. También se actuará sobre los arroyos principales que vierten al embalse: Arroyo del Peral, Arroyo Gargantilla y Arroyo de las Viñas.
Peces muertos
El resultado del vaciado de la presa es el contrario al que buscada el Ministerio de Transición Ecológica, ya que actualmente el embalse se encuentra vacío y su lecho está cubierto de peces muertos. Por otro lado, la falta de agua ha expulsado a muchas aves acuáticas que habían convertido el lugar en un refugio estable. Como consecuencia, se han perdido tanto la pesca recreativa como el turismo de observación, lo que representa un fuerte revés para la economía de la zona.