El otoño entra de lleno en España y trae varias borrascas atlánticas

El fin de semana ha dejado imágenes devastadoras en varias zonas del Mediterráneo, donde las lluvias alcanzaron cifras excepcionales. En apenas cuatro o cinco horas, algunas estaciones registraron entre 300 y 400 litros por metro cuadrado, un volumen de agua capaz de desbordar cualquier sistema de drenaje y causar inundaciones súbitas y daños materiales considerables. Este nuevo episodio de lluvias torrenciales, que pone en evidencia la creciente vulnerabilidad del litoral mediterráneo frente a los fenómenos extremos, se suma a una serie de temporales cada vez más frecuentes e intensos.

Según el meteorólogo Samuel Biener, experto de Meteored, aunque la depresión Alice ya es historia, eso no significa que el mal tiempo haya terminado. El bloqueo anticiclónico sobre las Islas Británicas seguirá impulsando vientos de levante con largo recorrido marítimo, cargados de humedad procedente de un Mediterráneo todavía cálido. A esto se suma la presencia de bolsas de aire frío en altura, que se deslizan por el flanco sur del anticiclón y favorecen la formación de nubes convectivas muy activas. Biener recuerda que, pese a las similitudes con una dana, no puede hablarse técnicamente de una depresión aislada en niveles altos, aunque el resultado práctico –tormentas violentas y lluvias intensas– sea muy parecido.

Durante las próximas horas, una pequeña bolsa de aire frío cruzará la Península y provocará tormentas localmente fuertes en la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde la Aemet mantiene avisos naranjas. También se esperan precipitaciones intensas en Baleares, Aragón y zonas de Castilla-La Mancha, mientras que en el Sistema Ibérico, la Cordillera Cantábrica o Sierra Morena podrían producirse chaparrones aislados. En el resto del país, el tiempo será más estable, aunque el ambiente seguirá húmedo y variable.

Entre mañana y el viernes persistirá la influencia del anticiclón británico, con chubascos dispersos en el este peninsular y Baleares, pero menos generalizados que en días anteriores. Sin embargo, la incertidumbre aumenta de cara al fin de semana: los modelos meteorológicos insinúan que, al debilitarse el bloqueo, las borrascas atlánticas podrían volver a entrar en escena, acompañadas de frentes que traerían un cambio de patrón.

En Canarias, los modelos apuntan a la llegada de un frente entre jueves y sábado que podría dejar lluvias y tormentas localmente fuertes, sobre todo en La Palma, El Hierro, La Gomera y Tenerife. En la Península, el paso de una borrasca por el Atlántico norte podría traer descenso térmico, viento intenso y lluvias más generalizadas el fin de semana.

Mientras tanto, las temperaturas seguirán altas en el suroeste, donde podrían rozar los 30 °C, contrastando con un Mediterráneo más fresco y nublado. Las noches serán frías en el interior, y si se confirma la llegada de la borrasca, no se descarta la aparición de nieve en cotas altas del norte, un recordatorio de que el otoño, pese a su lentitud, empieza a imponerse en la península.