Jabalíes en La Murta
El fuerte aumento de la población de jabalíes en España dispara el riesgo sanitario tras el brote de peste porcina
La Generalitat de Cataluña ha hallado decenas de estos animales muertos en el parque natural de Collserola y se teme que pueda extenderse a otras zonas del país
Cada vez es más habitual ver cómo los jabalíes campan a sus anchas por prados y montes, pero también por las calles de las ciudades e incluso por algunas playas. Es tan solo una prueba de que estos animales están experimentando una sobrepoblación en toda España, algo que puede suponer un riesgo para la población al estar en contacto directo con las personas.
Esta omnipresencia de los jabalíes preocupa aún más después del brote de peste porcina africana surgido estos días en el parque natural de Collserola, en la provincia de Barcelona. Esta enfermedad estaba erradicada en nuestro país desde 1994, pero ha resurgido y se ha cobrado ya la vida de una decena de estos animales.
Esta sobrepoblación que afecta a todo el país es probablemente un factor que ha influido en la transmisión de esta enfermedad, que aún se desconoce cómo ha llegado de nuevo a nuestro territorio.
José Andrés García de la Agrupación de Defensa Sanitaria del Porcino de Fuente Álamo (Adespofa) explica en Onda Regional que la aparición del brote de peste porcina africana no es casual. Considera que no se han puesto en marcha las medidas cinegéticas oportunas para contener el crecimiento de la población de jabalíes y entiende que en esa comunidad la situación estaba «fuera de control».
No obstante, asegura que no es una situación aislada, sino que se da en otros puntos del país, lo que ha influido de forma definitiva el hecho que en la zona se combinen el paisaje urbano, el rural y el entorno boscoso.
Una «especie-problema»
Aunque es difícil calcular la población real de estos animales, el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), a principios de 2024 se estimaba la existencia de aproximadamente un millón de jabalíes en España, con proyecciones que apuntan a que esta cifra podría duplicarse para finales de 2025.
Un informe realizado por Nicolás Urbani, asesor técnico veterinario de la Real Federación Española de Caza y Arrecal, y Christian Gortázar, catedrático en sanidad animal e investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos IREC (CSIC & UCLM), concluye que el jabalí se ha convertido en una «especie-problema» en toda Europa, causando efectos medioambientales, daños a la agricultura, accidentes de tráfico y otros riesgos para la salud pública, así como problemas derivados de la presencia de jabalíes urbanos, pero, sobre todo, generando crecientes conflictos con la ganadería y la sanidad animal.
Según explican, el jabalí es un animal precoz, prolífico y adaptable, y es que las hembras pueden alcanzar la edad reproductora mucho antes de cumplir el primer año de vida, para gestar entre cuatro y seis crías, uno de los factores que influyen en su enorme crecimiento. Para atajar este incremento, Urbani y Gortázar consideran que parece «urgente y más viable a corto plazo aumentar el esfuerzo de caza y, especialmente, la eficacia cinegética, a fin de procurar un equilibrio entre reclutamiento y extracción».
Propuestas para reducir la población
El documento presenta una serie de recomendaciones para mejorar la caza del jabalí y, con ello, ponerle freno a una población en aumento descontrolado. Entre las propuestas destaca la mejora en el monitoreo de poblaciones y la concienciación a la población, especialmente la urbana, sobre los problemas que conlleva la superpoblación de los jabalíes y el rol que representa la caza a la hora de controlarla.
Igualmente, se aconseja mejorar la imagen de la caza y atraer nuevos cazadores, especialmente jóvenes y mujeres, trabajando junto a las federaciones de caza. También creen que es necesario simplificar la burocracia y flexibilizar la regulación de cacerías.
Asimismo, hacen hincapié en que es necesario actuar sobre el hábitat, reduciendo la cantidad de alimentos en el entorno para controlar la reproducción del jabalí y coordinarse con el sector agrícola y ganadero. En las zonas no cinegéticas ven necesario controlar igualmente la población de jabalíes, como en parques nacionales y zonas urbanas, y reconsiderar la prohibición de caza en esos espacios para mitigar la sobreabundancia.