La Generalitat pide ayuda a la UME para controlar la peste porcina africana tras hallar más jabalíes muertos

La Generalitat ha iniciado los trámites para solicitar formalmente el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con el objetivo de frenar la expansión del brote de peste porcina africana (PPA) detectado en la sierra de Collserola (Barcelona). En las últimas horas se han localizado ocho jabalíes muertos adicionales, que se suman a los seis hallados días atrás, según confirmaron a Efe fuentes del Departamento de Agricultura.

El Gobierno central ha ofrecido a Cataluña la sección cinegética de la UME para reforzar las labores de control, una colaboración que el Govern ha aceptado y que se está tramitando administrativamente.

Los primeros seis jabalíes afectados aparecieron cerca del campus de la Universitat Autònoma de Barcelona, en Sardanyola del Vallés. A ellos se suman ahora otros ocho animales cuyos cuerpos están siendo analizados para determinar si también estaban infectados por el virus o si murieron por otras causas.

El Diari Oficial de la Generalitat publicó este sábado la resolución ARP/4435/2025, por la que se declara oficialmente el brote de PPA y se establecen dos perímetros de control alrededor del foco, que afectan a 76 municipios de la provincia de Barcelona e imponen diversas restricciones.

El primer perímetro, de seis kilómetros, prohíbe el acceso a la zona salvo a los residentes. El segundo, de veinte kilómetros, limita las actividades organizadas al aire libre, como excursiones o rutas en bicicleta. Se trata del primer brote de peste porcina africana detectado en España desde 1994.

La respuesta al brote está coordinada por los departamentos de Agricultura, Interior y Presidencia, con la colaboración de ayuntamientos, consejos comarcales y otros organismos públicos. El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, pidió nuevamente a la ciudadanía que no acceda a Collserola y advirtió que se reforzarán las medidas si es necesario para impedir que el virus traspase el parque.

Ordeig subrayó el impacto económico potencial del brote: «Nos jugamos un porcentaje alto del PIB catalán», afirmó, instando a la colaboración ciudadana para evitar que el virus pueda propagarse a través del contacto con calzado o vehículos. También reconoció que el sábado hubo personas que ignoraron los controles, aunque recordó que la situación exige responsabilidad colectiva.

El Departamento aseguró que este domingo se ha reforzado la presencia de agentes para realizar controles cinegéticos –sin batidas ni participación de cazadores–, a cargo de técnicos de la Dirección General de Bosques.

El conseller añadió que se está contando con expertos cinegéticos y empresas especializadas para aplicar todas las medidas necesarias durante esta primera semana, considerada clave para frenar la expansión del virus. Hasta ahora se han inspeccionado las 39 granjas porcinas situadas en el perímetro de control, sin detectarse positivos, y se revisarán todas las restantes de Cataluña.

Ordeig advirtió, además, que la reapertura de los mercados internacionales de carne de cerdo llevará tiempo y dependerá de las recomendaciones científicas.

«Tolerancia cero» a quien se salte las restricciones

El Govern ha elevado el tono y ha prometido este domingo «tolerancia cero» para aquellas personas que se salten las restricciones impuestas para evitar la propagación del foco de peste porcina detectado en la zona de la sierra de Collserola (Barcelona), ya que la expansión del virus tendría unas consecuencias «nefastas».

Así lo ha anunciado el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, en una rueda de prensa en Lérida, en la que ha insistido que se ha decretado la «alerta sanitaria» porque este foco de peste porcina africana (PPA) afecta al primer sector de la economía catalana, con mil millones de euros en exportaciones porcinas extracomunitarias. «No es un tema solo de los ganaderos y del sector agroalimentario, es un tema de país», ha apuntado Ordeig.