Cómo enviar emails que se autodestruyen después de leerlos

Muchas veces nos gustaría enviar cierta información por email, pero nos da miedo que se pueda compartir. Información sensible o confidencial, por ejemplo. Muchos de los proveedores de correo electrónico ofrecen la posibilidad de restringir el reenvío o poner un temporizador de autodestrucción. Sí, como los mensajes que recibía Ethan Hunt en Misión Imposible o el Inspector Gadget en los famosos dibujos animados. Pero sin explosiones y sin riesgo de quemarse las pestañas.

Aunque otras plataformas ofrecen la opción, hoy os hablaremos de Gmail, el proveedor de correo electrónico de Google. Si accedemos a nuestra cuenta de Gmail desde un ordenador, podremos activar el modo confidencial fácilmente. Al escribir un correo electrónico, abajo, aparece la barra de herramientas donde además de distintas opciones para editar el texto podremos ver el logo de un candado con un reloj. Ese es el botón que abre el menú del modo confidencial.

En el menú del modo confidencial de Gmail se nos presentan dos opciones: configurar la caducidad del correo o activar la contraseña para abrir el email. La primera opción nos permite establecer una fecha para la eliminación del email enviado. Desde 24 horas hasta un límite de cinco años.

La opción de la contraseña nos permite cifrar el email de tal forma que sea necesaria una contraseña para abrirlo. Tanto si el destinatario tiene una cuenta de Gmail como si no, podrán recibir la contraseña vía email o vía SMS.