Es importante controlar el uso del móvil para evitar que domine al usuario
Estrés tecnológico
Cinco consejos para evitar que te domine el móvil
Las redes sociales, el mail o las llamadas pueden acabar tomando el control de la vida de aquellos incapaces de poner límites
Desde hace años los móviles cuentan con aplicaciones nativas o que se pueden encontrar en las tiendas de Apple o de Android para conocer el tiempo que se invierte en cada aplicación a lo largo del día y un resumen semanal cada lunes.
Esto fue un aviso para proteger a los adultos de una adicción casi tan peligrosa como las propias drogas. Vivir atado al WhatsApp, tener la necesidad de contestar a cada mensaje, cada comentario en Instagram, consultar una web o comprar compulsivamente.
Una relación sana con el móvil es aquella donde este dispositivo se pone al servicio del dueño y no al revés. Consultar el móvil cuando se necesita, mantenerlo alejado durante una conversación en persona o evitar la droga dura de las redes sociales es importante para evitar el estrés causado por los dispositivos y, de paso, para que los jóvenes tengan un espejo donde mirarse ante la pérdida absoluta de control que empiezan a desarrollar.
Control parental
Aunque es una herramienta dedicada a los menores, tanto en iOS como en Android se pueden poner límites al tiempo que el usuario pasa en cada red social o en cada aplicación. Una vez superado, se puede ampliar si es estrictamente necesario o abandonar el uso. Este sistema es útil para tomar el control de los tiempos dedicados al móvil.
Contacto visual
La disciplina en el cambio de hábitos es la base para dejar de ser dominados por el móvil. Un paso importante en esto debe ser el mantener el contacto visual con cualquier interlocutor. Dejar en móvil en la mesa mientras se conversa aumenta el nivel de escucha activa y de que la conversación sea fructífera. No es posible hablar y escuchar mientras se mira el móvil.
Redes sociales
Es la gran droga tecnológica que tiene enganchadas a varias generaciones. Es importante fijar los momentos en los que se consultan para que no roben tiempo de trabajo o pasar tiempo con familia o amigos. La hora de comer o después de cenar, pero nunca a lo largo del día y en cualquier momento.
Aunque se considera una red social, mucha gente pasa su vida en esta aplicación. La necesidad de dar respuesta al instante o de espera que alguien conteste a los pocos segundos de escribir genera una dependencia altísima que obliga a consultar cada poco tiempo el móvil.
Es clave entender que WhatsApp es un medio de comunicación que no requiere inmediatez ni podemos pedirla. El primer paso es hacer una llamada cuando se requiera respuesta rápida, en caso contrario, enviar un mensaje que pueda ser contestado en cualquier momento del día.
Por supuesto que WhatsApp no debe ser utilizado como herramienta laboral. Slack o Teams ya aportan muchas más ventajas y ayudan a la desconexión.
Noches
El móvil debe ser apagado por las noches. Aquellos que, por necesidades personales o familiares necesiten dejarlo encendido, deberán dejarlo con las notificaciones de redes sociales silenciadas para que solo puedan recibir llamadas de aquellas personas que sean, por ejemplo, dependientes y requieran ayuda.
También es buena idea mantenerlo en otra habitación para evitar consultarlo durante la noche y que altere el ritmo del sueño porque ha llegado un WhatsApp o una alerta de algún medio.