Sam Altman, CEO de OpenIA
«El contrato social tiene que cambiar», el creador de ChatGPT predice una revolución laboral sin precedentes
Sam Altman, CEO de OpenAI, anuncia que la inteligencia artificial provocará una transformación sin precedentes en el trabajo y la sociedad
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha planteado en su última entrevista en el canal de YouTube de Cleo Abram una de sus habituales reflexiones que van más allá de la tecnología, como es la necesidad de redefinir el contrato social en la era de la inteligencia artificial (IA). A su juicio, la magnitud y velocidad de los cambios que esta revolución traerá al trabajo, la economía y la vida cotidiana son tan profundas que exigirán una nueva estructura social y económica.
Estamos ante una transformación comparable a la Revolución Industrial, pero diez veces más grande y diez veces más rápidaCEO de OpenIA
Altman advierte de que estamos ante una transformación comparable a la Revolución Industrial, pero «diez veces más grande y diez veces más rápida», sostiene que será inevitable que algunas categorías de empleo desaparezcan por completo, mientras que otras cambiarán radicalmente. Lo esencial, dice, será «cómo la sociedad se adapta a ese proceso y cómo reparte los beneficios de una tecnología que multiplica la productividad como nunca antes».
Una revolución del trabajo intelectual
Según Altman, el impacto de la IA no se limita a los trabajos manuales o rutinarios, ya que podría afectar de lleno al trabajo intelectual. Con modelos como GPT-5, explica, se está transformando la forma en que aprendemos, pensamos y creamos. La posibilidad de tener «un software en el bolsillo capaz de resolver tareas que a un experto le costarían hora» inaugura una nueva era.
GPT-5 permite tener un software en el bolsillo capaz de resolver tareas que a un experto le costarían horaCEO de OpenIA
Para Altman, el salto más impresionante está ocurriendo en la creación automática de software. GPT-5 no solo responde preguntas complejas, sino que puede programar de forma instantánea aplicaciones y eso abre un horizonte donde cualquier persona pueda convertir una idea en un producto digital sin necesidad de saber codificar. Esto, asegura, «permite a la gente expresar sus ideas en formas completamente nuevas».
Sam Altman durante la entrevista con Cleo Abrams
Desplazamiento laboral
Altman no niega las consecuencias de esta disrupción: «es totalmente cierto que algunas categorías de trabajos desaparecerán», afirma una vez más. La diferencia con el pasado, señala, está en la velocidad con la que esos cambios se producirán.
Habrá un impacto disruptivo realCEO de OpenIA
Su principal preocupación no son los jóvenes, «que siempre se adaptan mejor», sino los adultos de mediana o avanzada edad, que pueden resistirse a aprender nuevas habilidades. Para ellos, el periodo de transición puede resultar especialmente duro. «Habrá un impacto disruptivo real», reconoce, porque el ritmo del cambio será mucho más rápido de lo que la sociedad está acostumbrada a absorber.
Los jóvenes y una nueva era de oportunidades
Sin embargo, Altman mantiene una visión optimista del futuro. Considera que «los jóvenes de hoy son los más afortunados de la historia» para incorporarse al mercado laboral. La IA abre posibilidades inéditas para crear, emprender e innovar, incluso de forma individual.
Las próximas generaciones podrían mirar atrás con condescendencia hacia ese trabajo viejo y aburrido de sus antepasadosCEO de OpenIA
Afirma que «es probable que una sola persona pueda crear una empresa de mil millones de dólares» gracias al acceso a herramientas de inteligencia artificial que antes requerían grandes equipos y recursos. Para los graduados del futuro, imagina profesiones nuevas, quizá tan futuristas como «explorar el sistema solar en una nave espacial». Altman sugiere que las próximas generaciones podrían mirar atrás con condescendencia hacia «ese trabajo viejo y aburrido» de sus antepasados.
Un nuevo contrato social
La clave, según Altman, es que la sociedad entienda que las estructuras actuales no bastarán para sostener este cambio. «Algo fundamental del contrato social podría tener que cambiar», afirma. Esa transformación implicará repensar cómo se distribuye la riqueza generada por la IA, cómo se garantiza el acceso equitativo a sus beneficios y qué papel juega el ser humano cuando gran parte del trabajo puede automatizarse.
La teoría filosófica del contrato social explica el origen y la legitimidad del Estado como un pacto hipotético entre ciudadanos. En este acuerdo, los individuos ceden parte de su libertad natural al Estado a cambio de protección, seguridad y orden social.
Algo fundamental del contrato social podría tener que cambiarCEO de OpenIA
Su propuesta no pasa por frenar el avance tecnológico, sino por hacer que la computación de IA sea lo más abundante y barata posible, de modo que nadie quede excluido. Altman también invita a reflexionar sobre nuevas formas de distribuir el acceso a la inteligencia artificial general (AGI), para evitar concentrar el poder tecnológico en pocas manos.
Altman cree que el futuro no está predeterminado y que dependerá de cómo diseñemos ese nuevo pacto social, donde la IA no sustituya al ser humano, sino que amplíe su capacidad de crear y decidir.
El consejo más simple
Para Altman, la preparación individual ante este futuro comienza con algo muy sencillo como usar las herramientas. Se sorprende, dice, de que muchas personas pregunten cómo prepararse o cómo educar a sus hijos sin haber experimentado realmente con sistemas como ChatGPT.
Su recomendación es familiarizarse con la IA, explorar lo que puede hacer y aprender a integrarla en la vida diaria. La adaptabilidad y la resiliencia serán, en su opinión, las habilidades más valiosas de la próxima década.