Un tractor durante la recogida de trigo en Galicia

Un tractor durante la recogida de trigo en GaliciaEuropa Press

Organizaciones ambientalistas reconocen la inefectividad de los ecorregímenes

Las ONG han criticado que muchos países hayan priorizado «opciones más fáciles» frente a las «realmente eficaces para el medioambiente»​

Un informe de BirdLife Europe y NABU (BirdLife Alemania) reconoce la falta de efectividad de los ecorregímenes, unas prácticas voluntarias medioambientales incluidas en la PAC (Política Agraria Común) que suponen una remuneración extra para los dueños de las explotaciones.

Las organizaciones ambientalistas lamentan que los incentivos promovidos desde la Unión Europea para empujar a los agricultores a adoptar prácticas más sostenibles están quedando «muy por debajo» de sus posibilidades.

El informe 'El potencial desaprovechado de los ecorregímenes' se ha fijado en 12 países de la UE en 2023, entre ellos España.

En la investigación, las ONG mencionadas han indicado que el 70 % de las tierras agrícolas de la UE se ha adscrito a alguno de los ecorregímenes propuestos y estos han alcanzado los objetivos de superficie planificados. Aún así, han incidido en que su adopción por parte de los agricultores varió significativamente entre los Estados miembros, así como las medidas específicas y han criticado que «muchos» Estados miembros hayan priorizado «opciones más fáciles» frente a «realmente eficaces para el medioambiente».

BirdLife Europe y NABU han condenado la falta de seguimiento sistemático y específico de los ecorregímenes ha dificultado la evaluación de su efectividad para alcanzar los objetivos de biodiversidad y la identificación de áreas de mejora.

Las organizaciones verdes hablan de una alta participación en ecorregímenes de bajo valor añadido, como los programas de gestión de nutrientes, mientras que las medidas enfocadas a la mejora de la biodiversidad han tenido una escasa acogida en muchos países. A esto se han añadido «las barreras administrativas, la promoción insuficiente y los pagos poco atractivos» que a su juicio han limitado la participación de los agricultores en los esquemas dirigidos a la biodiversidad. Tal y como han denunciado en numerosas ocasiones desde el campo, el estudio recalca que las explotaciones más pequeñas se han enfrentado a mayores desafíos administrativos.

El estudio también ha reflejado que los países con esquemas regionalmente adaptados, pagos más elevados y opciones flexibles registraron una mayor participación, aunque a menudo priorizando medidas menos ambiciosas. A su vez, el informe muestra cómo los ajustes a los planes nacionales de la PAC tras la simplificación de 2024 han «diluido» las ambiciones ambientales, con varios países reduciendo las áreas destinadas a la naturaleza o cumpliendo los requisitos solo de manera formal.

Ecorregímenes en España

Sobre el caso de España, el informe subraya que los ecorregímenes que se han priorizado son la protección del suelo y la reducción de la erosión, con una adopción superior a la prevista. Como punto desfavorable a estas políticas, la baja implementación que han tenido las prácticas enfocadas a la biodiversidad a pesar de estar incluidas en tres ecorregímenes.

En los dos primeros, el 98,7 % de los agricultores optó por el pastoreo extensivo, mientras que la siega sostenible y la creación de islas de biodiversidad apenas alcanzaron un 1,3 %. En lo que respecta al tercero, el estudio ha criticado su financiación, «reducida» en comparación con otros 'eco-regímenes' disponibles, y ha censurado «fallos de diseño» que han provocado que su implantación en cultivos leñosos haya sido mínima.

Y es que, según ha explicado, éstos agricultores deben ajustarse a los espacios no productivos existentes y tienen la obligación de reclasificar oficialmente las superficies restauradas como «elementos del paisaje» si no quieren arriesgarse a perder superficie subvencionada. Por todo ello, las ONG han reclamado flexibilizar el sistema y permitir la combinación de varios ecorregímenes en una misma superficie, incentivando así mayores compromisos ambientales.

El responsable del programa Agricultura SEO/BirdLife y director del LIFE Olivares Vivos+, José Eugenio Gutiérrez, ha explicado que el modelo español «sólo permite un ecorregimen por superficie, lo que restringe la adopción de medidas complementarias que aborden distintos objetivos ambientales, reduciendo el impacto de esta herramienta».

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