Cerveza y un viaje a Chipre para frenar al temido avispón oriental: «Urgen medidas de control»

La Vespa orientalis (Avispón oriental) se ha erigido como una de las grandes amenazas que rondan las colmenas de los apicultores españoles.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicó el pasado 12 de mayo la inclusión de este intruso en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.

Esta medida no solo reconoce el peligro de la expansión del avispón, sino que implica la prohibición de la posesión, cría, transporte o liberación de ejemplares de esta especie, así como la activación de un protocolo nacional para su control y erradicación; sin embargo, la desesperación en las explotaciones por medidas más efectivas ha llevado a una delegación de COAG Andalucía hasta Chipre en busca de soluciones.

El responsable del sector apícola de COAG Andalucía, Antonio Vázquez, acompañado por otro apicultor andaluz y un técnico apícola de la organización, se ha desplazado al país mediterráneo donde esta especie es autóctona y en el que ya cuentan con experiencia para combatirla.

«Más allá del aprendizaje técnico, la misión reforzó un mensaje claro: solo la unión de los apicultores europeos permitirá gestionar las amenazas medioambientales. Compartir prácticas nos da fuerza, pero lo más valioso es sentir que no estamos solos frente a un enemigo común», señala un participante, que ensalza la trasmisión de conocimiento entre agricultores y ganaderos, particularmente ante la falta de respuestas desde el Gobierno.

«Con creatividad, perseverancia y trabajo en red, los apicultores europeos pueden ser actores clave en la defensa de las abejas, la agricultura, el turismo y el medio ambiente», indican en COAG. Los apicultores chipriotas comienzan su lucha a principios de primavera, cuando visualizan las primeras reinas que salen de la hibernación. Recurren a trampas con colmenas vacías y cebos alcohólicos como la cerveza o con bebidas azucaradas para capturar a las reinas fundadoras. Posteriormente, para la captura de obreras en verano, utilizan cebos proteicos en botellas de plástico.

La Asociación Panchipriota de Apicultores, pionera en el control de esta amenazante plaga, ha formado a los agrarios de COAG Andalucía y a los italianos de la UNAAPI (Unión Nacional de Asociaciones de Apicultores Italianos) para evitar que los avispones devoren el fruto de su trabajo.

Los avispones debilitan las defensas de las colonias matando a las abejas que salen de la misma, entran en la colmena para aniquilarla y robar la miel, polen y proteínas de la cría. Una de las técnicas compartida con los enviados a Chipre ha sido la colocación de piqueras con orificios en las entradas de las colmenas que permiten la entrada de las abejas, pero no de los avispones, que son de mayor tamaño.

«Estos métodos, fruto de la necesidad y la innovación local, se han convertido en un ejemplo para el resto de Europa. No obstante, es necesario tener en cuenta que en Chipre tienen una especie de abeja diferente que ha evolucionado con los años de convivencia con el avispón oriental, adquiriendo comportamientos defensivos de los que carecen nuestras abejas en la actualidad», apunta en COAG Andalucía.

El primer avistamiento del avispón oriental en España se produjo en 2019, en Cádiz. Desde entonces, la especie se ha extendido hasta las provincias de Sevilla y Málaga y los apicultores temen que, de no actuar con contundencia y coordinación, la Vespa orientalis avance hacia más partes de la península ibérica.

«El viaje concluyó con un brindis entre apicultores chipriotas, españoles e italianos. Todos coincidieron en la importancia de trasladar estas experiencias a escala europea. La lucha contra especies invasoras como el avispón oriental exige cooperación, investigación y apoyo institucional», concluyen los agrarios