Los supermercados aprovechan la alerta por la gripe aviar para aumentar su tajada con los huevos

La expansión de la gripe aviar ha provocado el sacrificio de más de 2,5 millones de gallinas en España en menos de cuatro meses.

Después de dos años y medio con las granjas avícolas españolas libres del virus de influenza aviar de alta patogenicidad (serotipo H5N1), un foco declarado en una explotación de gansos en la provincia de Badajoz abrió un funesto capítulo para estas ganaderías.

El foco, detectado cuatro meses después de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación declarara el riesgo alto por la enfermedad y activase medidas preventivas en las zonas de especial riesgo y vigilancia, se sucedió con contagios de aves de corral en varias comunidades autónomas, así como con casos en aves silvestres en parques de grandes ciudades como Madrid o Sevilla.

La alerta por la gripe aviar se prolongó durante meses hasta que España entró en la rueda de contagios. Para entonces, China y EE.UU., los dos mayores productores del mundo, ya contaban por millones las aves sacrificadas y el suministro mundial se resintió.

Las medidas de prevención, cuya próxima actualización entrará en vigor el 10 de noviembre, se instalaron en las granjas de España en enero, con el consiguiente encarecimiento de los gastos de producción.

La alarma por la posible escasez ante la emergencia mundial y la mayor demanda de huevos españoles en otros mercados ha empujado significativamente el precio de este producto: el Índice de Precios de Consumo (IPC) de septiembre publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja un incremento interanual del 17,9 %, el segundo producto alimenticio que más aumenta en ese tramo, mientras que en lo que va de año es el alimento que más se encarece, con un del 15,9 %.

La supervisión del valor de los huevos por parte de los ciudadanos se ha intensificado desde enero, cuando comenzaron las primeras acciones de control contra la gripe aviar en las granjas. El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por COAG muestra que el valor en las granjas ha engordado considerablemente; sin embargo, la factura final ha crecido en mayor dimensión.

En enero de 2025, cuando el Ministerio de Agricultura declaró el riesgo alto por gripe aviar en España y activó las primeras medidas preventivas, una docena de huevos de categoría M se pagaba a 1,74 euros en las granjas y a 2,4 euros en el supermercados; es decir, el precio se multiplica por 1,38 veces. Los datos más recientes, de octubre de 2025, evidencian la maniobra de la distribución para estirar su margen de beneficio con los huevos, que marcan 1,97 euros por docena en origen en la referencia mencionada y 3,15 euros en los lineales, por lo que multiplican su precio por 1,6 desde el principio hasta el final de la cadena.

El análisis muestra que al comienzo de la crisis por gripe aviar en España los huevos levantaban su precio un 38 % desde las producciones hasta el consumidor, cifra que ha alcanzado el 60 % en octubre.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha trasladado su preocupación por «una nueva y fulminante subida en el precio de los huevos». La institución señala dos importantes encarecimientos en lo que va de año, lo que eleva 1 euro el coste de las categorías más económicas en apenas seis meses. «Se identifican dos momentos clave en esta escalada: febrero y octubre de 2025. En ambos casos, las subidas en origen se trasladaron de forma inmediata y completa al consumidor, sin que las posteriores bajadas se reflejaran en los lineales. Este fenómeno, conocido como 'efecto cohete y pluma', evidencia una falta de ajuste a la baja por parte de los intermediarios», denuncia la OCU.

Los consumidores reclaman transparencia en la fijación de precios, un seguimiento de los márgenes comerciales para evitar abusos y medidas de protección para los más vulnerables. La incertidumbre generada en las granjas por la gripe aviar, la resistencia de los intermediarios a reducir sus ganancias o la modificación de los hábitos de consumo por huevos de tipologías más caras y consideradas con el bienestar animal aparecen como los motivos a los que la OCU achaca este encarecimiento.