Verdades, mentiras y síntomas de la gripe aviar: ¿hay motivos para preocuparse?

Aunque actualmente la gripe aviar centra numerosas informaciones en los medios de comunicación, esta enfermedad no es ni nueva ni desconocida. Desde la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de Andalucía recuerdan que ya se tiene constancia de casos registrados en Italia hace más de un siglo.

El punto de inflexión se produjo en 1997, cuando en Hong Kong se detectó el primer caso de influenza aviaria H5N1, vinculado al contacto con pollos. Posteriormente, entre 2005 y 2006, el virus amplió su presencia al infectar aves silvestres, extendiéndose a regiones tan distantes como Europa, África y Oriente Medio.

Tras una etapa de relativa calma en términos epidemiológicos, el Instituto de Salud Global de Barcelona advierte que «desde el 2020 han aumentado los focos de contagio». Hasta el momento, se han identificado 15 subtipos del virus de la gripe que afectan a las aves, siendo los de tipo A, concretamente los subtipos H5 y H7, los responsables de los brotes más virulentos.

¿Se puede contagiar un humano?

A día de hoy, tanto el Instituto de Salud Global de Barcelona como el Ministerio de Sanidad coinciden en señalar que el riesgo para la población general continúa siendo bajo. No obstante, esta afirmación no implica una ausencia de peligros. Las personas que trabajan en contacto estrecho con animales infectados son más susceptibles de contraer la enfermedad.

Desde la Organización Mundial de la Salud advierten que «el principal factor de riesgo para la transmisión de aves a humanos es el contacto directo o indirecto con animales infectados o con ambientes y superficies contaminadas por heces. El desplume, la manipulación de cadáveres de aves de corral infectadas y la preparación de aves de corral para el consumo, especialmente en entornos domésticos, también pueden ser factores de riesgo».

Por el momento, no se ha constatado transmisión entre personas. Según el Instituto de Salud Global de Barcelona, el virus que circula actualmente no posee capacidad para propagarse de forma «eficaz» entre humanos. Sin embargo, alertan de que «el hecho de que esté circulando en un número cada vez mayor de mamíferos aumenta la probabilidad de que adquiera, mediante unas cuantas mutaciones, la capacidad de hacerlo».

Este potencial de mutación convierte a la gripe aviar en una amenaza latente que no debe subestimarse, pese a su bajo impacto actual en la población general.

Síntomas de la gripe aviar

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, los síntomas en personas pueden variar desde cuadros leves del tracto respiratorio superior –como fiebre o tos– «hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda (dificultad para respirar), shock e incluso la muerte».

En términos clínicos, la infección por el virus gripal A (H5N1) puede ser extremadamente grave e incluso letal. La Organización Mundial de la Salud matiza que «aunque estos síntomas afectan principalmente al sistema respiratorio, también localizarse en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, puede aparecer conjuntivitis». Asimismo, existe la posibilidad de un agravamiento rápido, con manifestaciones respiratorias severas y alteraciones neurológicas, como confusión o convulsiones.

¿Cómo se propaga el virus?

El factor más determinante en la expansión global del virus es la migración de las aves acuáticas, como patos, gansos o cisnes, que actúan como reservorios naturales del virus. Estas especies, especialmente las migratorias, son responsables de llevar el virus a diferentes regiones del planeta.

El cambio climático podría estar alterando sus rutas migratorias, facilitando que las aves infectadas alcancen nuevas zonas geográficas. A ello se suma la amenaza del comercio ilegal internacional de aves vivas, otro canal de propagación del virus entre países.

¿Puedo comer carne y huevos?

A día de hoy, no hay evidencia científica que indique que la gripe aviar pueda transmitirse a los humanos a través del consumo de carne o huevos. El Ministerio de Sanidad, en un documento informativo sobre esta enfermedad, subraya que los casos registrados han estado vinculados al contacto directo y prolongado con aves infectadas, pero nunca al consumo de productos derivados.

En nuestro país, los productos avícolas que se comercializan están sujetos a controles estrictos. Además, el virus H5N1 es sensible al calor y se destruye a temperaturas superiores a los 70 grados, por lo que una cocción adecuada garantiza su inocuidad para el consumo.

¿Sirven las actuales?

Las vacunas que se administran habitualmente frente a la gripe estacional no protegen frente a los virus animales del tipo A, entre ellos el H5N1.

Sin embargo, en el marco de sus planes de prevención ante pandemias, algunos países han desarrollado y aprobado vacunas específicas contra el virus de la gripe aviar, tal como señala la Agencia Europea del Medicamento. A pesar de ello, desde la Consejería de Sanidad de Andalucía puntualizan que «el virus todavía no ha mutado y, por tanto, no existe todavía el subtipo capaz de transmitirse entre humanos. De momento, se transmite de aves a humanos, pero no de humano a humano. Hasta que esta situación no se produzca no se podrá conocer qué tipo de virus es y, por tanto, fabricar la vacuna».

Así pues, el seguimiento continuo del virus y la preparación ante su posible mutación son claves para anticiparse a cualquier escenario pandémico.