Cada cierto tiempo se le añade un segundo a la hora
¿Por qué nos 'robarán' un segundo de nuestro tiempo a partir de 2035?
Rusia, en un primer momento, votó «no al cambio», y no porque estuviese en contra de la medida, sino porque quería atrasar la entrada hasta 2040
Al igual que cada cuatro años añadimos un día más al mes de febrero para ajustar el tiempo que tarda la Tierra en girar alrededor del Sol más una hora, con el tiempo pasa lo mismo. Cada cierto tiempo se le añade un segundo a la hora –llamado segundo bisiesto o intercalar– para tratar de ajustar las rotaciones de la Tierra sobre sí misma con el tiempo medido con la escala atómica.
La medición a través de los relojes anatómicos puede ser un poco compleja a la vez que estable, ya que miden basándose en las vibraciones de los átomos. Por otro lado, para entender esto, hay que tener en cuenta que la rotación de la Tierra varía, por lo que no están del todo ajustados para ir a la par.
Para tratar de solventar el problema, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM), que se encarga de gestionar los relojes del mundo, decidió añadir periódicamente, desde 1972, el segundo intercalar cuando la diferencia entre el tiempo astronómico y el universal se aproximasen a 0,9 segundos. La última vez que se actualizó fue en 2019.
Para la población este segundo de más es imperceptible y no supone ningún problema. Sin embargo, sí que supone un inconveniente para los sistemas que precisan una medición extremadamente precisa y ajustada como los satélites, las telecomunicaciones o los dispositivos asociados con los viajes espaciales.
Para tratar de solventar el problema, la BIPM propuso eliminar para siempre los segundos bisiestos. Rusia, en un primer momento votó «no al cambio», y no porque estuviese en contra de la medida, sino porque quería atrasar la entrada hasta 2040. Por otro lado, había otros países que pedían plazos de tiempo más cortos –2025 o 2030–. Por este motivo, la Oficina Internacional decidió ponerlo para el año 2035.
La responsable del BIMP, Patrizia Tavella, llamó a la calma, ya que aseguró que «no se pierde la conexión entre la UTC y la rotación de la tierra y nada cambiará en el día a día de la gente». Además, explicó a AFP que la decisión permitirá «un flujo continuo de segundos sub las discontinuidades que actualmente provocan los segundos bisiestos e irregulares».
A pesar de esta novedad, hasta el año 2035 se seguirán añadiendo intercalares adicionales cuando corresponda y se dejará que el tiempo atómico y el astronómico se distancien. Esto supondrá desajustes, por lo que estiman que una vez se llegue a un minuto de diferencia de tiempo se vuelva a reajustar, pero aún no se sabe cuando, aunque es posible que en unos 50 o 100 años.