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30 de abril de 2024

Fotomontaje de Elon Musk y la nave Starship

Fotomontaje de Elon Musk y la nave StarshipEl Debate

Elon Musk anuncia 1.000 cambios para el próximo lanzamiento de su nave Starship, pero no garantiza el éxito

Cifra en un 60 % la probabilidad de que complete la prueba orbital que no superó en abril

Más de dos meses después de que el cohete Starship de SpaceX explotara a los cuatro minutos de despegar en su primera prueba orbital, la compañía espacial de Elon Musk se emplea a fondo para corregir todos los posibles puntos vulnerables de cara a su próximo intento.
Ha sido el propio Musk el que, en una entrevista con el portal especializado Ars Technica, ha confirmado que su equipo prepara más de 1.000 cambios técnicos del cohete que afectarán también a la plataforma de lanzamiento, la cual quedó hecha trizas el pasado 20 de abril por la potencia de la ignición.
Aunque el magnate no garantiza una probabilidad de éxito del 100 % –«tal vez sea como del 60 %, depende de lo bien que lo hagamos en la separación de las etapas», puntualiza–, el objetivo es superar la marca anterior de 39 kilómetros de elevación alcanzados por el cohete. La duración completa de la prueba, en caso de resultar exitosa, serían 90 minutos llegando a un techo de 240 kilómetros de altura.
De las revelaciones hechas por Musk se extrae que SpaceX está centrando sus esfuerzos en asegurar un desacople efectivo de las etapas del cohete, cuyo fallo en abril provocó una explosión. «Hemos aprendido mucho», dijo entonces el magnate.
Para subsanarlo, la empresa probará una nueva técnica de desacople nunca antes ejecutada, optimizará los 33 potentes motores Raptor, reforzará el blindaje, aplicará mejoras para evitar la fuga de gases sobrecalentados y cambiará el sistema de control del empuje vectorial de hidráulico a eléctrico.

Plataforma reforzada

En lo que respecta a la plataforma de lanzamiento, que quedó horadada y cuyos escombros se esparcieron por un radio de unas 156 hectáreas, Musk dice que se ha optado por una solución extrema: 1.000 metros cúbicos de cemento reforzado con acero y dos placas de acero refrigeradas por encima. «Es como un gigantesco cabezal de ducha al revés. Lanzará agua hacia arriba mientras el cohete está sobre la plataforma para contrarrestar el tremendo calor del propulsor», explica.
Pese a que pocos días después del intento Musk mostró un optimismo desmesurado al afirmar que un segundo lanzamiento sería posible en un plazo de dos meses, lo cierto es que por ahora no hay nueva fecha programada.
La Starship, la nave espacial más grande y potente jamás construida, será el vehículo a bordo del cual viajará una tripulación de astronautas a la superficie lunar en 2025 (si no hay retrasos) por primera vez en más de 50 años.
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