Nuevo intento fallido de SpaceX: el Starship despega y explota minutos después
Nuevo intento fallido de SpaceX: el Starship despega y explota minutos después, obligando el cierre de aeropuertos de Florida
La nave perdió contacto tras el lanzamiento desde Texas y dejó escombros en Florida, lo que obligó al cierre temporal de aeropuertos
El cohete Starship, el más potente desarrollado por SpaceX, despegó este jueves desde la base de la compañía en Boca Chica, Texas. Sin embargo, pocos minutos después, la etapa superior de la nave perdió comunicación con el centro de control y terminó explotando, generando una caída de escombros sobre varias zonas del sur de Florida y las Bahamas.
El lanzamiento se llevó a cabo a las 18:30 hora local (23:30 GMT) y representaba la octava prueba de este sistema de transporte espacial diseñado para futuras misiones de largo alcance. En esta ocasión, la primera etapa del cohete, el propulsor Super Heavy, logró regresar exitosamente a la plataforma de aterrizaje y fue asegurada con las estructuras de sujeción. No obstante, la etapa superior no alcanzó su objetivo y terminó desintegrándose.
Las consecuencias del incidente no tardaron en hacerse notar. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) impuso restricciones en cuatro aeropuertos clave de Florida: Miami, Fort Lauderdale, Orlando y Palm Beach. Durante aproximadamente una hora, se suspendieron temporalmente las operaciones aéreas, provocando retrasos en los vuelos de salida y la reubicación de algunas llegadas. Según la FAA, los vuelos afectados experimentaron una demora media de 45 minutos, mientras que al menos dos aterrizajes programados en Miami fueron desviados al Aeropuerto Internacional de Tampa.
El incidente tomó por sorpresa a residentes de varias localidades de Florida, quienes observaron el fenómeno sin entender inicialmente su origen. En Madeira Beach y Tampa, testigos describieron lo sucedido como una «nave sin control», mientras que videos compartidos en redes sociales mostraban la explosión en el cielo nocturno.
SpaceX, dirigida por el empresario Elon Musk, no se refirió directamente a la explosión, sino que utilizó el término «desmontaje rápido e imprevisto» para describir la pérdida de contacto con la nave. Esta es la misma expresión utilizada por la empresa en la prueba anterior, ocurrida el 16 de enero, cuando un fallo similar llevó a la desintegración del cohete.
La misión de este vuelo de prueba era realizar un trayecto suborbital de aproximadamente una hora, con un descenso previsto en el océano Índico. SpaceX ha diseñado el Starship con la intención de que sea reutilizable y capaz de transportar tripulación y grandes cargas útiles, incluyendo satélites de gran tamaño. En esta prueba, se esperaba el despliegue de cuatro simulaciones de satélites Starlink, lo que finalmente no pudo concretarse.
Tras este nuevo fracaso, la FAA ha anunciado que exigirá a SpaceX una investigación para esclarecer las causas del incidente y determinar los pasos a seguir antes de autorizar nuevas pruebas. La compañía sigue trabajando en el perfeccionamiento del Starship, considerado un pilar fundamental en su objetivo de desarrollar misiones espaciales tripuladas de larga duración, incluidas expediciones a Marte.
