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Un elefante asiático agarra una rama de un árbol de Navidad en un recinto del Jardín Zoológico de Berlín en Berlín, Alemania, el 29 de diciembre de 2021. El Jardín Zoológico de Berlín alimenta a los animales con las sobras de árboles de Navidad

Un elefante asiáticoEFE

Ciencia

El hallazgo que cambia lo que sabíamos del cerebro de los elefantes

El cerebro de los elefantes experimenta un crecimiento notable tras el nacimiento, triplicando su peso original, un fenómeno comparable al desarrollo cerebral humano

Un equipo internacional de científicos ha revelado que, a pesar de su menor tamaño corporal, los elefantes asiáticos poseen un cerebro un 20 % más pesado que el de sus congéneres africanos. Este descubrimiento, que marca un hito en el conocimiento sobre la neurobiología de los paquidermos, ha sido posible gracias al trabajo conjunto de expertos de la Universidad Humboldt de Berlín y del Instituto Leibniz para la Investigación de Zoológicos y Vida Silvestre (Leibniz-IZW).

El estudio también demuestra que el cerebro de los elefantes experimenta un crecimiento notable tras el nacimiento, triplicando su peso original, un fenómeno comparable al desarrollo cerebral humano. Este prolongado crecimiento podría ofrecer claves sobre la dilatada juventud de estos animales y su capacidad para adquirir complejas habilidades sociales a lo largo de su vida.

Liderado por Malav Shah y Michael Brecht, del Centro Bernstein de Neurociencia Computacional de la Universidad Humboldt, y por Thomas Hildebrandt, del Leibniz-IZW, el análisis se basó en el estudio anatómico de ejemplares fallecidos tanto en zoológicos como en estado salvaje, así como en imágenes por resonancia magnética y datos de estudios previos.

Rostro de un elefante asiático

Rostro de un elefante asiáticoJAN ZWILLING

En términos morfológicos, las diferencias entre ambas especies son visibles: los elefantes asiáticos presentan una complexión menor, orejas de menor tamaño, una sola prolongación en la trompa y, en la mayoría de los casos, las hembras carecen de colmillos. A nivel neurológico, las diferencias también son evidentes. El equipo comprobó que las hembras adultas de elefante asiático (Elephas maximus) tienen cerebros significativamente más pesados, con una media de 5.300 gramos, frente a los algo más de 4.400 gramos que registran sus equivalentes africanas (Loxodonta africana).

En el caso de los machos, el peso cerebral es mayor en ambas especies, aunque los investigadores indican que no hay datos suficientes sobre los ejemplares asiáticos para llegar a conclusiones definitivas. Por otro lado, se identificó una diferencia relevante en el cerebelo: este representa el 22 % del peso total del cerebro en los elefantes africanos, en comparación con el 19 % en los asiáticos.

Según el investigador Malav Shah, esta diferencia de peso cerebral podría constituir uno de los rasgos más determinantes entre las dos especies, al influir potencialmente en su comportamiento. En palabras del propio Shah, «la diferencia en el peso del cerebro es quizás la diferencia más importante entre estas dos especies de elefantes» y «podría explicar importantes diferencias de comportamiento entre los elefantes asiáticos y africanos».

Este factor neurológico podría estar relacionado con la facilidad de domesticación de los elefantes asiáticos, empleados como animales de carga y transporte durante siglos en varias regiones del continente, en contraposición a los elefantes africanos, cuya domesticación ha sido en gran medida fallida. Estos últimos muestran una marcada resistencia al contacto humano, una actitud que podría estar condicionada por su estructura cerebral.

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