Los motivos por los que la NASA se encuentra «cerrada» desde hace casi un mes

La página web de la NASA muestra actualmente un mensaje inusual: «La NASA se encuentra actualmente cerrada». Esta frase, que encabeza el sitio de la agencia espacial estadounidense, refleja el impacto directo de la falta de fondos aprobados por el Congreso de EE.UU., que obligó a paralizar casi por completo las operaciones de la institución desde el pasado 29 de septiembre.

Esta suspensión afecta directamente a programas esenciales como las misiones Artemis, dedicado a la exploración lunar, cuya continuidad se ve amenazada por el bloqueo presupuestario. Como prueba de la situación, tanto la web oficial como las cuentas en redes sociales permanecen inactivas desde el 30 de septiembre.

Los recortes proyectados agravan aún más la crisis. La propuesta presupuestaria para el año 2026 plantea una reducción del 24 % del total destinado a la NASA, y un ajuste aún más drástico del 47 % en su programa científico. Esta merma de recursos ha llevado a la paralización de servicios digitales como las redes sociales y sitios web oficiales, reforzando la imagen de una agencia prácticamente congelada.

Para entender cómo se llegó a este punto, es necesario remontarse al mes de julio, cuando la cadena CBS News adelantó que cerca de 3.870 empleados de la NASA habían solicitado abandonar voluntariamente la agencia. Esta decisión se enmarcaba en la segunda fase de un programa federal de renuncias voluntarias promovido durante la Administración de Donald Trump, diseñado para reducir el tamaño del gobierno. A través de este plan, los trabajadores podían acogerse a una salida diferida que les permitía continuar recibiendo su salario durante varios meses tras la renuncia.

La NASA confirmó entonces que esta oleada de solicitudes respondía a ese plan, cuyo objetivo era reorganizar los recursos humanos del Gobierno federal. Según un memorando de la Oficina de Gestión de Personal (OPM), quienes se acogían a la medida verían sus funciones «restringidas o eliminadas de inmediato».

No obstante, la situación ha escalado de forma alarmante. A los casi 4.000 trabajadores que se acogieron al programa de renuncias se suman ahora cerca de 15.000 empleados enviados a casa sin remuneración, afectados directamente por el parón presupuestario. Aunque está previsto que recuperen su salario una vez se levante el cierre, la incertidumbre en torno al restablecimiento de la actividad mantiene a la plantilla en una situación de máxima vulnerabilidad.

Frente a este contexto, la Oficina de Gestión de Personal ha elaborado un documento de orientación para gestionar las ausencias laborales provocadas por cierres gubernamentales, también conocidos como permisos de emergencia. Este recurso ofrece a agencias y empleados una guía para afrontar el cese temporal de funciones en situaciones de cierre administrativo, como la que atraviesa actualmente la NASA.

Cabe recordar que este no es un hecho sin precedentes. Ya en 2018, durante la primera presidencia de Donald Trump, la agencia espacial vivió un episodio similar de cierre, que se prolongó durante algo más de un mes debido a otra crisis presupuestaria. Entonces, como ahora, las tensiones políticas en el Congreso derivaron en la paralización de numerosos programas gubernamentales, siendo la NASA una de las entidades más visiblemente afectadas.