La gorra de la suerte del Rey Juan Carlos y otras curiosidades gallegas

«En Galicia nunca chove» («En Galicia nunca llueve»). Así, en gallego, responde Don Juan Carlos a las preguntas de una periodista cuando le pregunta si saldrá a navegar al día siguiente en Sanxenxo. No ocurrió en su última visita, sino en una anterior. Todas ellas se recuerdan en un pequeño documental estrenado el pasado lunes por la televisión autonómica gallega (TVG).

Entre 2000 y 2013 acudió a esta localidad al menos una vez al año, siempre para navegar y por lo general en septiembre. Después aumentó la frecuencia: comenzó a ir una al mes hasta su forzado exilio en el extranjero. Todo ello se cuenta en esta pieza audiovisual, que pone el foco en algunas curiosidades.

La primera vez

La primera vez fue el 5 septiembre de 2000. Manuel Fraga era presidente de la Xunta de Galicia y El Rey acudió a la presentación del equipo español que iba a participar en la Sardiña Cup. En los muelles del puerto deportivo le tenían preparada una sorpresa: allí estaba atracado el velero Giralda, que había sido trasladado expresamente desde la cercana base naval de Marín. Esta embarcación es la que usaba a menudo su padre, el conde de Barcelona.

Por entonces, ya andaba por allí, pero en un papel más discreto, su gran amigo Pedro Campos, quien fue su anfitrión en la visita del pasado mes. Pero no lo fue al principio. Durante los tres primeros años se alojó en una casa rural de seis habitaciones, Casa do Sear. Una placa acredita hoy que allí estuvo Don Juan Carlos. «Fue una experiencia y un honor», cuentan las que allí lo atendieron, que resaltan que El Rey «buscaba sentirse en una familia normal» y que «no hubo peticiones especiales» de ningún tipo durante aquellas estancias. La habitación que ocupó tiene nombre: «Picafollas» («Picahojas» en castellano).

Después ya pasó a alojarse en la vivienda de Pedro Campos a cuatro kilómetros del puerto deportivo. En el documental reparan en una curiosidad respecto a la indumentaria: en una gorra que guarda en la casa de su amigo. Don Juan Carlos cree que le da «suerte para navegar» y por ello no se despega de ella en cuanto pisa tierra gallega.

La pieza ofrece también un breve perfil de Campos, nacido en 1950 y que a los tres años empezó a navegar en un galeón por las rías gallegas. Se recuerda que fue merecedor de la máxima distinción que da el Gobierno gallego (la medalla Castelao) por haber ganado nueve títulos del mundo. Y él presume de haber fabricado en su empresa las velas con las que el barco suizo Alinghi logró el triunfo en la Copa América de vela en la primera década del siglo: «Es como hacer el motor del Ferrari que gana el Mundial de F1», presume el amigo del Rey.

De la última visita se rememoran dos anécdotas. Que la presentadora de un programa de televisión le regaló unas zocas (calzado tradicional gallego) y que el pescado que devoró procedía del puesto de «Piliña», llamado Pescado de La Ría. Les sirvió rodaballo del que dieron buena cuenta.

La pieza documental, de apenas 25 minutos, se titula O meu último verán en Sanxenxo (Mi último verano en Sanxenxo) y se puede ver completa aquí.