Fundado en 1910

16 de junio de 2024

Juliette Binoche ha presentado en Cannes la película La pasión de Dodin Bouffant

Juliette Binoche ha presentado en Cannes la película La pasión de Dodin BouffantEFE

Cine

El día en el Festival de Cannes: alta cocina con Juliette Binoche y baja política con Nanni Moretti

Binoche brilla en La pasión de Dodin Bouffant, y Moretti dirige y protagoniza El sol del futuro

Alta cocina y baja política se enlazan en la decima jornada del 76º Festival de Cannes con La passion de Dodin Bouffant, sexto largometraje del francovietnamita Tran Anh Hung, y de Il sol dell’avvenire del italiano veterano de la Croisette con una Palma de Oro en su haber, Nanni Moretti.

Alta cocina como filosofía de vida y como ejemplo de cultura francesa es el tema del nuevo filme de Tran, galardonado con la Cámara de Oro a la mejor ópera prima, aquí mismo en Cannes en 1993, por El olor de la papaya verde.

La pasión de la que habla el filme es la de un aficionado burgués de provincia que, con la ayuda de una fiel cocinera, desde hace 20 años inventa recetas cada vez más complicadas sobre platos típicos de la cocina francesa, como el vol-au-vent o el pot-au-feu, para placer suyo y de unos pocos notables del pueblo, sus amigos de siempre.

Y las dos horas y media del filme cuentan simplemente la preparación de todos estos platos con productos genuinos, traídos del huerto cercano o por seguros abastecedores, mientras la psicología de los personajes centrales (que incluye una subterránea relación amorosa entre gastrónomo y cocinera que culminará en una tardía propuesta de matrimonio) es deslizada subrepticiamente por el realizador, casi como si fueran nimios detalles al margen.

Muy feliz hubiese sido, si viviera, el autor de la casi olvidada novela original, escrita en 1924 por el suizo Marcel Rouff, si pudiese ver agregada a su trama la exacta preparación real de estos platos en vivo y en directo y no expresándolas con palabras como estaba obligado a hacer él.

Juliette Binoche encarna con encanto a esta devota cocinera que esperó durante 20 años que su empleador se diera cuenta, aunque tarde, de su persona y no solo de su talento culinario, y Benoît Magimel, convertido físicamente casi en un voluminoso armario, a semejanza de su colega Gérard Depardieu, es un cuidadoso narrador de las bondades de vinos y alimentos.

Traído por sus padres a los 13 años de su Vietnam natal, Tran Anh Hung no ha olvidado esa impalpabilidad narrativa que lo distinguía en 1993 para pintar la asombrada mirada de una niña por los ritos vitales de una mansión poblada de sirvientes, y aunque esa impalpabilidad pasa ahora a segundo plano por la solidez de alimentos y elementos de cocina que desfilan delante de la cámara, permanece en él esa capacidad de comunicar discretamente al espectador los secretos más ocultos de la psicología humana.

La pasión de Dodin Bouffant es un filme que no debe verse en ayunas (como tampoco lo era El festín de Babette, otro excelente ejemplo de cine culinario) pero es una experiencia enriquecedora acerca de una cultura, como la francesa, que se basa sobre todo en el buen gusto.

Moretti es un cineasta mimado por el Festival de Cannes al que ha dado en gran parte la primicia de su extensa obra de 14 películas en casi medio siglo de carrera, desde que en 1978 realizó un filme en súper 8, Io solo un autárquico, inaugurando una serie casi ininterrumpida de obras autorreferenciales.

El sol del futuro, que era el lema orgullosamente autoproclamado del partido comunista italiano en su período de máximo fulgor, otrora el más importante y numeroso de toda Europa, va más allá porque cuenta de un realizador, al que solo le falta que lo llamen con su propio nombre, en pleno proceso de examinar su pasado de activista, recordando el momento en el que su partido se apartó de los dictados de Moscú, a consecuencia de la sangrienta represión de la revolución húngara en 1956.

Esa crisis de relación calca la que él mismo tiene con su esposa y productora de hace 20 años (su actriz fetiche Margherita Buy) mientras que la trabajosa filmación y las dudas del director se reflejan en las dudas y contradicciones de su partido, en su migración hacia un centro moderado, con la consecuencia de haber dejado de ser un partido de lucha y de gobierno para adaptarse a los dictados de la otrora odiada socialdemocracia.

El filme está realizado con parsimonia de detalles, humor seco y minimalismo histriónico que son su marca de fábrica, pero que hoy solo transmiten al espectador una idea de cine viejo y repetido, que se une a una sensación testamentaria, cuando en un desfile final, a lo Ocho y Medio de Fellini, aparecen no solo los personajes de la película, sino también actores de su obra anterior, como si de un inventario de su propia filmografía se tratara.

Comentarios
tracking