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20 de abril de 2024

García, durante un momento del documental

García, durante un momento del documentalAtresplayer Premium

‘Mi casa es la tuya’

García y sus métodos: «Teníamos un código de lealtad bastante mafioso»

Partidarios y detractores analizan la figura del que fue el periodista mejor pagado de España en el documental de Movistar Plus +

Ya lo decía José María García: «Soy muy amigo de mis amigos». Ellos lo defienden, dan la cara por él, en el documental sobre su figura que este lunes ha estrenado Movistar Plus +. Eso sí, alguno, pese a la amistad que los une, le canta «las verdades del barquero». En cuanto a sus enemigos, le reconocen lo bueno pero subrayan lo malo. Y después están los que lo admiraron en la distancia, para los que era un referente.
Recopilemos alguna de las opiniones incluídas en El justiciero de medianoche, el primero de los tres capítulos que componen la serie documental Supergarcía.
Arturo Pérez-Reverte y Raúl del Pozo coincidieron con el periodista también llamado Butanito en el diario Pueblo, donde empezó a destacar. «Lo odiaban, pero lo temían», recuerda el hoy académico de la lengua. «Ha sido capaz de crearse un personaje legendario», elogia el columnista de El Mundo. Y de inventarse «una franja horaria» radiofónica, la de la madrugada, que antes de su irrupción no tenía importancia. «No nos van a escuchar ni nuestros familiares», le dijo el propio García a Manuel Martín Ferrand, que fue quien lo contrató para Hora 25. Se equivocó. La España masculina se peleaba con el sueño para poder escuchar a aquel tipo de la voz aflautada que levantaba escándalo tras escándalo.

El llanero solitario

«Era como El llanero solitario de la radio española. El único que tenía las narices de decir las cosas era él», proclama Almudena Pérez, su secretaría de toda la vida. Por ello muchos de los que querían ser periodistas lo idolatraban: «Yo quiero ser García», proclamaba los cuatro vientos Cristina Pardo en su época de estudiante.
En la búsqueda la noticia y de la exclusiva, no se casaba con nadie: «Teníamos un código de lealtad bastante mafioso. García hacía todo lo posible, putadas incluidas, para que las mejores exclusivas estuvieran en su programa», reconoce su amigo Luis Herrero, una de las voces estrella de aquella Antena 3 que llegó a liderar la radio española.
Y es en este punto en el que sus críticos alzan la voz: «Era un dictador. Manejaba el miedo, las amenazas», juzga Alfredo Relaño, entonces una de las cabezas visibles de lo que el Súper denominaba «el imperio del monopolio», Prisa. «Si le preguntas a la gran cantidad de damnificados que ha dejado por ahí, te dirán que es el mayor villano y el mayor cabrón de la historia», espeta el periodista Juanma Castaño, que ahora ocupa la franja nocturna en la Cope, la misma que en su día lideró Butano. Eso sí, al César lo que es del César: Relaño recuerda que Butanito hizo que la Vuelta a España, que seguía en «papamóvil», pasase «de 0 a 10» en cuanto a repercusión pública, y de ahí la preferencia que Unipublic, organizadora de la ronda, daba a la emisora en la que trabajase el ínclito periodista.
Sobre su precipitado adiós, de un día para otro y sin despedirse de los oyentes, también se habla. Lo hace, por ejemplo, Roberto Gómez: «Se equivocó o lo engañaron. No se tenía que haber ido. Tenía la capacidad y la fuerza para haber luchado más». Y ahora no es ya momento de regresar: «No vuelve porque es un tío al que es muy jodido poner una brida. Decía lo que le salía de ahí y ganaba 2.000 millones de pesetas al año», opina el periodista Pedro Simón, de El Mundo.
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