Fernando Simón durante su entrevista en 'Lo de Évole'
Fernando Simón carga contra Ayuso y defiende la gestión del Gobierno en la pandemia: «No había mucha opción»
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha reaparecido en Lo de Évole y ha revelado ser «testigo de mentiras flagrantes»
Cinco años después de la llegada del covid, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha reaparecido en el programa Lo de Évole. Durante la pandemia era recurrente ver su imagen en televisión exponiendo los casos por 100.000 habitantes. Esta vez, relataría su visión de la gestión de la crisis sanitaria.
El epidemiólogo ha negado que se hiciera «propaganda» durante los primeros meses de trabajo. Sin embargo, cuando «se aproximaba la vacuna» cuenta que en las reuniones se empezaban a tratar temas «más políticos».
Sobre aquellas ruedas de prensa —nunca «le avisaron» de la forma en la que iba a transmitir la información—, cuanta que el entonces director de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, trató de preparar con él lo que tenía que decir ante las cámaras.
«Iván, yo tengo mucho trabajo, diré lo que tenga que decir y no voy a decir lo que tú me digas y a partir de ahí no hubo más», le respondió Simón. Lo disculpaba aludiendo a que ese es el papel que tiene una persona del cargo de Redondo y que, durante el Gobierno del PP —cuando tuvo que comunicar sobre el Ébola— también recibió directrices. «Mi respuesta fue la misma: ‘si me habéis elegido a mí para que hable, dejad que hable yo’», sentenciaba.
«Mentiras flagrantes»
Simón revelaba que fue «testigo de mentiras flagrantes», que calificaba como «barro sucio». Se llegaba «en voz alta» a acuerdos «de los que luego se decía lo contrario en los medios». Así, lamentaba el actuar político, calificando como «injusto, inapropiado y mezquino» el obrar de igual manera con «personas que ni saben, ni pueden, ni tienen medios para defenderse».
A una entrevista sin autocrítica se le sumó la figura del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, el entonces ministro de Sanidad. Entre ambos se deshicieron en elogios y aprovecharon para negar cualquier supuesta relación con el ‘caso Koldo’ sobre la compra de mascarillas.
El exministro trató de quitar hierro al hecho de que el Mobile World Congress de 2020 fuera cancelado, mientras que se mantuvieron «certámenes» porque «no había evidencias». Y reiteraba que era necesario «justificar las decisiones» ante la gente
Illa recordaba su toma de posesión el día 13 de enero y que el primer día que se encontraron, Simón le alertó de «esta situación» de la que iba a «tener que estar muy pendiente porque nos podía generar un problema importante».
«Insinuación» para entrar en política
Cuando todo pasó, Simón ha reconocido «alguna insinuación» de ofrecimiento de algún cargo político. «Sí que ha habido conversaciones», decía, aunque afirmaba que nunca «solicitudes sólidas». Igualmente, ha negado que se tratase del puesto de candidato del PSOE de Madrid. Sin revelar el partido, contaba que los partidos con los que «más relación» mantiene son los que están «en el Gobierno de coalición».
No ha dejado pasar la oportunidad de cargar contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid y su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, continuando el relato del PSOE respecto a su gestión de las residencias y señalando que algunas de sus decisiones, como su «cierre del sistema educativo» sin medidas de movilidad adicionales. Según el médico, pudo provocar un mayor contagio a nivel nacional por los movimientos de su población.
Por el contrario, ninguna crítica para el Ejecutivo de Sánchez, sobre el que se dijo que siempre ofreció su «apoyo» y le alababan por tomar la decisión de convocar el estado de alarma tras presentar «los modelos» de lo que podía ocurrir.
En Moncloa, ante todos los ministros, el epidemiólogo reveló que «si no había cambios radicales» o las medidas «parciales» ejecutadas no tenían el efecto, tendrían que plantear el confinamiento. «No había mucha opción», añadía.
«Me quedé ensimismado diciendo, ha tomado una decisión que no ha tomado nunca (...) Olé sus c******», apostillaba Simón. Además, escudaban su inacción en que no podían «justificar» el anticipar algunas medidas ante la opinión pública, como delimitar aforos.
