Gabriela se corona como la ganadora de MasterChef 13
Gabriela se proclama vencedora de MasterChef 13 tras una final épica: «Ha sido el duelo más ajustado de la historia»
La valenciana conquista el título en la edición más reñida, imponiéndose a Bea con un menú personal cargado de simbolismo familiar
La decimotercera edición de MasterChef ya tiene nueva campeona: Gabriela. Tras casi tres meses de competición, esfuerzo y evolución constante, la valenciana logró alzarse con la victoria en una final que los propios jueces calificaron como «la más disputada que se recuerda». Gabriela sucede así a Ángela como vencedora del talent culinario y lo hace con un menú lleno de homenajes a su familia y a sus raíces.
Sin embargo, el desenlace del programa no fue el único momento destacado de la noche. La gala final estuvo repleta de emociones, reencuentros y retos de alto nivel, que pusieron a prueba a los finalistas hasta el último segundo. Desde el inicio, Ana, Bea, Gabriela e Ismael se enfrentaron a una prueba inicial bajo la exigente supervisión del chef Nacho Manzano, propietario del triestrellado Casa Marcial. El asturiano no concedió margen de error, exigiendo a los aspirantes que reprodujeran su complejo plato de trucha en distintas texturas y presentaciones.
La tensión fue palpable desde el primer minuto. Ana, habitualmente precisa, no encontró su mejor versión. Ismael, en cambio, se mostró metódico y seguro, mientras que Gabriela supo mantener la calma sin perder detalle de las instrucciones. Bea, por su parte, navegó entre el caos que le caracteriza, pero logró llegar al final sin grandes tropiezos.
Tras la valoración, los jueces descartaron a Ana y Gabriela de la pugna por la primera chaquetilla, que finalmente recayó en Bea. Pese a su inseguridad inicial, sus platos fueron los que más se acercaron al nivel exigido. La humorista Inés Hernand, invitada de la noche, la felicitó efusivamente, recordándole entre risas: «Ahora solo te falta elegir unos pantalones bonitos, Bea».
Una prueba de tres estrellas Michelin
La segunda oportunidad para Gabriela llegó en un escenario de ensueño: el restaurante Disfrutar de Barcelona, reconocido con tres estrellas Michelin y gestionado por Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch. Allí, Gabriela, Ismael y Ana se enfrentaron a un menú de alta complejidad, servido ante un jurado de élite compuesto por chefs de renombre en Cataluña, entre los que se encontraba Jordi Cruz. Gabriela brilló y se ganó el pase al duelo final junto a Bea, mientras que Ismael y Ana quedaron eliminados, ocupando la tercera y cuarta posición respectivamente.
Ya en la gran final, ambas duelistas compartieron su emoción por el camino recorrido y recibieron una sorpresa especial: la visita de Miguel Bosé, que las animó y les obsequió entradas para su próximo concierto en Madrid. Con los nervios a flor de piel, llegó el momento de presentar sus menús definitivos.
Bea estructuró su propuesta en torno al queso como hilo conductor y la dedicó a su familia y sus orígenes manchegos: una flor de calabacín rellena de mousse de queso y verduras, un solomillo de ciervo con emulsión de castañas y patatas cremosas al queso, y un postre de helado de queso con gel cítrico y uvas carbonatadas.
Cada plato iba acompañado de una emotiva historia familiar, como la de su madre y las largas jornadas de recolección y conserva en su infancia, que los jueces aplaudieron tanto por la estética como por el sabor. Joan Roca elogió su capacidad de transmitir sentimientos a través de la cocina y Pepe Rodríguez, paisano de Bea, calificó su plato como «alta cocina de La Mancha».
Gabriela, por su parte, preparó un menú que conectaba pasado, presente y futuro, rindiendo tributo a su padre, a su marido Curro y a sus hijos. Su entrante fue una ensalada de atún con bizcocho de plancton y esferas de albahaca. El plato principal, dedicado a su marido, reinterpretaba el clásico bocadillo de calamares, evocando el momento en que Curro le propuso matrimonio junto a la catedral de La Almudena en Madrid. «Él es mi mejor amigo y el motor de nuestra familia», explicó emocionada. El broche final fue un postre con guiños a Valencia: una pavlova en forma de falla, con espuma de horchata, fresas y naranja osmotizadas y el aroma de la flor de azahar, que fascinó a los jueces.
Quique Dacosta, valenciano como Gabriela, se mostró especialmente emocionado: «Este postre es un homenaje a nuestra tierra, a sus flores, su luz y su color. Has hecho que cualquier valenciano se sienta orgulloso». Joan Roca, por su parte, lo describió como «un plato de tres estrellas».
La deliberación fue tan ajustada que incluso se barajó la posibilidad de un empate técnico, un «ex aequo», como propuso Joan Roca. Finalmente, tras analizar hasta el más mínimo detalle, el jurado optó por proclamar a Gabriela como ganadora.
Rodeada de su familia, sus compañeros y los chefs invitados, Gabriela recibió el trofeo y los 100.000 euros del premio, además de un máster en cocina, técnica y creatividad en el Basque Culinary Center. Visiblemente emocionada, Gabriela resumió su victoria con sencillez: «Estoy en shock. No me lo creo. Esto es lo más grande que me ha pasado».