El actor que rechazó 'Ghost' y se arrepintió: «El tipo está muerto, ¿cómo va a enamorarse?»

Corría el año 1990 y Bruce Willis estaba en la cima de su carrera. Era el tipo duro por excelencia, el que salvaba edificios, aviones y hasta navidades enteras en la piel de John McClane. Su presencia en taquilla era sinónimo de acción, humor sarcástico y adrenalina. Por eso, cuando los responsables de una nueva película romántica con tintes sobrenaturales pensaron en él como protagonista, parecía una elección arriesgada… pero poderosa.

La película era Ghost (Más allá del amor), una historia de amor que trascendía la muerte. El guion giraba en torno a Sam Wheat, un joven asesinado que intenta proteger a su amada Molly desde el más allá. El protagonista era, literalmente, un fantasma enamorado. Y eso a Willis le pareció demasiado. «El tipo está muerto. ¿Cómo va a enamorarse?», pensó entonces y recordó años más tarde en una entrevista en The New York Times en la que reconoció su error. Con ese argumento, rechazó el papel sin pensárselo dos veces. El hecho de que su esposa en la vida real, Demi Moore, fuera la protagonista femenina tampoco fue suficiente para hacerlo cambiar de opinión. Ni la posibilidad de compartir pantalla con ella, ni la oportunidad de explorar un registro completamente distinto. La historia, simplemente, le parecía absurda.

Y no fue el único. Antes de que Patrick Swayze se ganara el papel con una audición que dejó sin palabras al director Jerry Zucker, muchos otros nombres pasaron por la lista de descartes. Kevin Costner, Tom Hanks, Johnny Depp, Harrison Ford, Alec Baldwin, Mel Gibson, John Travolta, Nicolas Cage… todos dijeron que no. Incluso Michael J. Fox lo rechazó con una sentencia que luego recordaría con humor: «Yo dije que nunca iba a funcionar. Dije: ‘Whoopi es genial, pero esto no funcionará’. Y luego fue genial, un gran éxito... y yo soy un idiota».

Pero Swayze vio algo que los demás no. Cansado de los personajes de acción, quiso apostar por un rol más emocional. Y acertó de lleno. Ghost se convirtió en un fenómeno mundial, recaudando más de 500 millones de dólares frente a un modesto presupuesto de apenas 20 millones. La escena del torno de alfarería, barro incluido, pasó a la historia del cine y de la cultura pop.

Demi Moore también brilló. Se preparó a fondo para el papel y emocionó al público con una interpretación vulnerable y conmovedora. Y Whoopi Goldberg, como la médium Oda Mae Brown, se llevó un Oscar merecidísimo por su papel.

Mientras tanto, Bruce Willis seguía con su carrera de tipo duro… hasta que, nueve años después, en 1999, protagonizó una película en la que, ironías del destino, también estaba muerto. En El sexto sentido, interpretó al doctor Malcolm Crowe, un psicólogo infantil que no se da cuenta de que ha fallecido hasta el impactante giro final. Uno de los plot twists más recordados del cine moderno.

La ironía es deliciosa: rechazó Ghost porque no creía en una historia de amor con un muerto... y acabó siendo un muerto que no sabía que lo era. Eso sí, esta vez no había torno de cerámica, ni Unchained Melody, ni Demi Moore. Solo susurros y un niño que veía gente muerta.