Sánchez ya señalaba a los jueces y la prensa en la televisión de 1997: «El juez Garzón puede hacer algo, ¿no?»

Pedro Sánchez tenía 25 años cuando, en 1997, habló por primera vez en televisión. Fue en Moros y Cristianos, el programa de Telecinco que entonces presentaba Javier Sardá –después lo harían Jordi González y Antxón Urrusolo». «¿Tú estudias primero?», pregunta Sardá a uno de los dos jóvenes a los que cede el micrófono para que intervengan en el debate. «Sí, yo estudio primero. Yo soy licenciado…», contesta el más alto sin terminar una frase (licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales) en la que utiliza dos veces el pronombre personal.

«¿Tú quieres ser juez?», le pregunta Sardá. «Yo no, yo no», se apresura a negar el joven Sánchez, que usa de nuevo el ‘yo’ en dos ocasiones. Su siguiente intervención, en la que señala a los jueces y a los medios de comunicación (seguimos hablando de 1997) empieza también con un ‘yo’.

«Yo sí creo que ha habido una connivencia entre determinados jueces y también determinados medios de comunicación. Porque lo que vemos claramente es que ha habido un periódico, en concreto El Mundo, que ha sacado unos determinados procesos hasta incluso por fascículos, lo único que ha faltado han sido las tablas», apunta Pedro Sánchez en alusión a las entrevistas a Amedo y Domínguez sobre el caso GAL y utilizando el término 'tablas' en lugar de 'tapas' al hablar de los fascículos.

«Yo creo que el juez, en un momento dado, ante la trascendencia social que puede estar alcanzando ese proceso, puede hacer algo, ¿no? Es que el señor Amedo y el señor Domínguez estaban siendo constantemente entrevistados por un determinado periódico, y eran personas que, bueno, se creaba la figura del arrepentido para que pudiesen declarar ante el juez Garzón», comenta el joven Sánchez, que en la siguiente intervención del vídeo usa como participio desdecido (sic) en lugar de 'desdicho', el correcto.

«El señor Garzón ha dado mayor relevancia a testimonios de personas que se han 'desdecido' (sic) miles y miles de veces, y ha habido otras a las cuales ha utilizado la famosa frase de la alarma social para meterles en prisión preventiva y después presionarlos para que cantasen lo que él quería».

«Usted es abogado, ¿no?», pregunta el joven Sánchez a Javier Nart. «Hombre, a mí antes me ha sorprendido cuando estaba diciendo que la cúpula del anterior Gobierno estaba metida en el meollo del GAL. Hombre, usted como abogado tendría que por lo menos respetar el principio de presunción de inocencia, que no lo ha respetado cuando ha dicho eso», continúa Pedro Sánchez, a quien Sardá da nuevamente el turno de palabra.

«Solamente quería decir en que yo estoy de acuerdo en que una cosa es el caso que se lleva y otra cosa es la persona que lo lleva y cómo lo lleva. Lo que está claro es que a la sociedad le interesan muchísimos casos más que el caso GAL, que les afectan muchísimos más y que los jueces que lo llevan no tienen ni nombres ni apellidos, no los conocen», opinaba entonces Pedro Sánchez.