Isabel Rábago, sobre el problema de la vivienda, en 'Espejo Público': «Los jóvenes no quieren trabajar»

Este miércoles, Espejo Público profundizó en el problema de la vivienda en España. En los últimos años, el precio de los alquileres no ha hecho más que ascender, posicionándose al mismo valor que el sueldo medio en el país. Esto dificulta la posibilidad de los jóvenes de independizarse antes de los 30 años. Muchos de los que consiguen irse de casa, lo hacen con la ayuda económica de sus padres.

Para abordar el tema, el programa de Antena 3 contó con Carla Galeote, una de las comunicadoras y activistas que más jóvenes atrae en estos momentos, que explicó las dificultades a las que se enfrenta su generación: «Si el alquiler te cuesta 1.000 euros, ¿qué sueldo te queda?». A partir de este momento, el debate quedó abierto entre los colaboradores.

Miquel Valls rebatía a Galeote afirmando que los empresarios decían que «los jóvenes no quieren trabajar tantas horas o no se quieren sacrificar». Ante esta acusación, la activista no se ha quedado callada: «Las personas que cobran el sueldo mínimo tampoco se pueden independizar». Después, continuaba diciendo: «Yo no vivo para trabajar, trabajo para vivir. Hay un cambio generacional y queremos vivir».

Isabel Rábago, colaboradora del programa, explotaba contra Galeote recogiendo las palabras de su compañero. «Los jóvenes no quieren trabajar. Ese problema que planteáis también lo hemos vivido personas que fuimos jóvenes en algún momento», expresaba la colaboradora. «Cuando yo me independizo con 23 años, tampoco tenía mucho en mi cuenta. En una cultura del esfuerzo, no puede ser que te quieras rascar la barriga y le sigas pidiendo dinero a tus padres», continuaba diciendo Rábago.

Con estas palabras de Rábago, Carla Galeote no dudaba en declarar que «la cultura del esfuerzo es mentira porque somos la generación mejor formada y la que peores condiciones tiene». Otro de los colaboradores del programa, Gonzalo Miró, apoyaba a la activista y exponía lo siguiente: «Esto no va de que los jóvenes no quieren currar. Los jóvenes tienen más acceso al trabajo y ganan más, pero la vivienda está tan cara que no se puede». «Estamos en un país en el que la vivienda se utiliza como un negocio, en vez de ser un derecho constitucional. Este debate no va de la cultura del esfuerzo, va del precio de la vivienda», terminaba diciendo el colaborador.

Isabel Rábago no cambió su postura sobre la situación. «En 2007 los precios también estaban por las nubes y te tenías que esforzar para comprarte una casa. Me parece una estafa que con mis impuestos le esté pagando el paro a niños que lo único que quieren es disfrutar del verano», aseguró.