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La deuda se estrena en los cines este viernes 17 de octubre

La deuda se estrena en los cines este viernes 17 de octubreWanda Films

Crítica de cine

'La deuda': una conmovedora historia de redención con tintes sociales

Daniel Guzmán dirige y protagoniza esta historia que transita entre el drama, el thriller y el cine social

En pleno barrio castizo de Chamberí vive Antonia (Rosario García), una anciana nonagenaria, con su inquilino cuarentón, Lucas (Daniel Guzmán). Lucas no tiene oficio ni beneficio, pero la cuida como si fuera su madre. Este hombre malvive a base de pequeños hurtos de diversos materiales que luego revende a un delincuente de más envergadura. Un buen día, uno de estos robos tendrá consecuencias fatales inesperadas y mientras Lucas se las ve con la justicia, Antonia recibirá una orden de desahucio por deudas acumuladas. Pero Lucas no puede aceptar que la pobre Antonia se quede en la calle.

Daniel Guzmán escribe, produce, dirige e interpreta esta conmovedora historia que transita entre el drama, el thriller y el cine social con una soltura encomiable. El espectador empatiza con todos los personajes, incluidos los secundarios, concebidos con una gran autenticidad y hondura. El director nos cuenta una historia de redención que nos ofrece ángulos muy interesantes. No solo plantea la cuestión de la culpa y la reparación -a veces imposible- sino que, en este caso, el victimario añade su deseo de hacer un gran bien. Está convencido de que humanamente no puede hacer más para «compensar» el terrible mal que ha causado sin querer. Lucas sabe que el daño que ha hecho es irreparable, y por ello no le basta con cumplir la pena que la justicia humana le imponga, sino que necesita propiciar un gran bien, un bien incontestable, radicalmente gratuito, un bien sin sombra de mal. Aunque ese bien no afecte directamente a su víctima.

Por otra parte, la película pone el dedo en la llaga de varias lacras sociales, como es el desempleo, la soledad de los ancianos, la especulación inmobiliaria y la cruda realidad de los desahucios. También habla del duelo, de la necesidad de vínculos y de la solidaridad.

La dirección de actores es brillante, con unas Susana Abaitua e Itziar Ituño soberbias, y sobre todo con una Rosario García que hace saltar las lágrimas. También Daniel Guzmán hace un gran trabajo en el que despliega multitud de registros. Las escasas intervenciones de Luis Tosar y Francesc Garrido siempre se agradecen. La producción es notable, especialmente las escenas de acción y persecuciones automovilísticas en la madrileña calle de Orense y alrededores. La envuelven una esmerada fotografía de Ibon Antuñano y la partitura de Richard Skelton.

Quizás el final, el plano final, es más discutible, puede parecer innecesario y ofrecer un giro emocional que no sea del agrado de todos los espectadores. Pero en cualquier caso, estamos ante una película muy sólida, interesante y emocionante. Sin duda, una de las mejores obras de Daniel Guzmán.

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