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27 de abril de 2024

Cecilia Roth ha recogido el Premio Cervantes 2021 en nombre de la premiada, la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi

Cecilia Roth ha recogido el Premio Cervantes 2021 en nombre de la premiada, la escritora uruguaya Cristina Peri RossiEFE

El discurso feminista de Peri Rossi en el Premio Cervantes: «En una sociedad patriarcal, ser mujer e independiente es raro y sospechoso»

La escritora uruguaya realza en su discurso en la Universidad de Alcalá de Henares, entregado por los Reyes, la figura de la pastora Marcela de El Quijote como símbolo del «rechazo de las luchas de poder entre los sexos»

Los Reyes han presidido esta mañana en la universidad de Alcalá de Henares el acto con el que se otorga el galardón más prestigioso de las letras en español a Cristina Peri Rossi. La actriz argentina Cecilia Roth ha recogido el reconocimiento, dotado con 125.000 euros, en nombre de la escritora uruguaya, de 80 años, que no puede acudir a la ceremonia por motivos de salud. Ha sido la gran amiga de la premiada la encargada de leer su discurso de agradecimiento, donde ha valorado a los ganadores que la precedieron: Francisco Brines, Joan Margarit y la también uruguaya Ida Vitale.
Peri Rossi ha empezado su discurso con datos biográficos: «Nací en Montevideo, Uruguay, en el año 1941. Es decir, cuando desgraciadamente tenía lugar la Segunda Guerra Mundial». Por entonces la escritora vivía entre un zapatero judío polaco que había escapado del Holocausto y un adusto músico alemán. «Cuando le pregunté a mi madre, maestra de escuela obligatoria, laica, gratuita y mixta, por qué no se saludaban, me respondió que en Europa se habrían matado».
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la entrega del Premio Cervantes

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la entrega del Premio Cervantes

La escritora uruguaya también ha destacado sus raíces con España, más allá de Europa: se preguntaba por los exiliados españoles, por la dictadura «que había matado a miles y miles de españoles». Según sus palabras, leídas por una emocionada Cecilia Roth, descubrió que «siempre había sido así, desde los orígenes, desde los tiempos bíblicos o de los griegos y troyanos: los motivos de las guerras parecían siempre los mismos, el ansia de poder y la ambición económica, algo típicamente masculino».

La pastora Marcela de El Quijote: 'Rechaza a los hombres y el matrimonio'

La autora de La insumisa ha explicado cómo las lecturas que realizó a una temprana edad la conmocionaron, especialmente Don Quijote de la Mancha: «Fue el más difícil de leer y el que me provocó sentimientos más contradictorios». Peri Rossi compara la intención quijotesca de «desfacer entuertos» con lo que ocurría en su barrio, donde las mujeres acudían a contarle a su abuela viuda, que había criado a siete hermanos y a tres hijos huérfanos, que «sus maridos borrachos las golpeaban, o se jugaban el escaso dinero a los caballos, o se iban de putas y maltrataban a sus hijos». Entonces, la uruguaya deseaba que apareciese Don Quijote y «las librara del maltrato».
«Llegué a pensar que Cervantes ridiculizaba a su personaje para probarnos que la empresa de cambiar el mundo y establecer la justicia era un delirio», ha continuado antes de citar los capítulos que recogen el relato de la pastora Marcela, que le abrieron los ojos al feminismo. «Marcela es codiciada y asediada por los hombres. Por su belleza y por su riqueza. La acusan de ser culpable del suicidio de Grisóstomo, al que se negó. En su discurso rechaza a los hombres, el matrimonio y las relaciones de poder entre los sexos. Reclama su libertad, y para eso se aísla de la sociedad», ha destacado, antes de relatar las historias de Helena de Troya o de Eurípides, que «se rebela contra una sociedad que considera la belleza como único atributo de la mujer».
Según la escritora, Cervantes convierte también a Marcela en «una heroína trágica», que luego sería calificada de «histérica, frígida y neurótica al no asumir el rol que le otorgaba la sociedad patriarcal». La propia Peri Rossi afirma haber aprendido la lección, «pagando un precio muy elevado», y a la vez concediendo que si volviera a nacer, haría lo mismo. «Yo también tuve claro, como Marcela, que en una sociedad patriarcal, ser mujer e independiente es raro y sospechoso». A la vez, ha recordado cómo sus libros y hasta su nombre fueron prohibidos después de que denunciara la dictadura de su país. «Convertí la resistencia en literatura, como hicieron tanto exiliados españoles (...) y con mis libros he intentado, como Doña Quijota, desfacer entuertos y luchar por la libertad y la justicia, aunque no de manera planfetaria o realista, sino alegórica o imaginativa».

Felipe VI: «Gracias por ser rebelde, insumisa y transgresora»

El Rey Felipe VI, por su parte, quiso destacar el «merecido tributo» a la memoria de Cristina Peri Rossi. «Una escritora cuya vocación abarca toda su vida, que ha contribuido como pocas a enriquecer el patrimonio de la lengua española, sumándose a otros autores uruguayos como Ida Vitale o Juan Carlos Onetti».
El rey ha definido este viernes a la escritora uruguaya como «una voz en defensa de los vulnerables y a favor de la igualdad, la justicia, la libertad y la democracia», y le ha dado las gracias por haberse mostrado siempre como «rebelde, insumisa y transgresora».
«Distinta, en suma», ha resumido Felipe VI la figura de Peri Rossi. «Comprometida con su obra, con la condición de la mujer, ha sido y sigue siendo una voz en defensa de los vulnerables". Don Felipe ha resaltado que Peri Rossi haya cultivado todos los géneros literarios, con “ironía, lucidez, humor y ternura» y que su vasta obra ha tenido siempre como eje «la condición humana y sus vicisitudes».
Los Reyes, a su llegada al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para entregar el Premio Cervantes

Los Reyes, a su llegada al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para entregar el Premio CervantesGtres Online

El rey ha recordado que la trayectoria vital y la obra de Peri Rossi han estado marcadas por la dictadura y el exilio, que la empujaron a fijar su residencia en Barcelona desde mediados de los 70, aunque «la experiencia más dolorosa de su vida fue la más enriquecedora». «Porque, como ha afirmado, el dolor puede transformarse, convertirse en crecimiento, en poesía, en literatura… Y este fue el camino que eligió y en el que siempre ha permanecido fiel a sí misma», ha abundado el jefe del Estado de la escritora uruguaya.
Al entregarle este galardón, según Felipe VI, se reconoce «a quien considera la escritura su casa y a quien concibe escribir como un acto completo: sufrir, gozar, usar la inteligencia, la sensibilidad y la imaginación». «En su ausencia, que lamentamos tanto, queremos darle las gracias por haberse mostrado a menudo rebelde, insumisa y transgresora; distinta, en suma. Gracias por los caminos vitales y literarios que ha abierto, por ensanchar el patrimonio del imaginario a una y otra orilla del océano, sorteando a menudo en la vida y en la literatura los senderos trillados», ha rematado el monarca la semblanza de la escritora de Montevideo.
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