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El término «empoderar» se ha convertido en la base de la ideología wokeLu Tolstova

«Empoderar» como ejemplo de la perversión del lenguaje 'woke'

El verbo antiguo devuelto a la actualidad es casi la piedra filosofal de la nueva ideología que va más allá de lo políticamente correcto

Según el DRAE, «empoderar» significa en su primera acepción: «Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido»; en su segunda dice el diccionario que es «Dar a alguien autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo»; y en una tercera y última indica que puede ser, aunque en desuso, «apoderar».

«Empoderar» es la palabra, el verbo, que rige la nueva ideología de las minorías y del mundo. El neomarxismo de Laclau, como dice Juan Carlos Girauta en su libro Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos, agotado el marxismo a secas, ha encontrado en las causas incompletas (no por ello menos importantes) el sentido de todas las vidas, que deben incorporar la parcialidad de esos «desfavorecidos», previamente señalados, bajo pena precisamente de señalamiento.

El lenguaje que a mí me gusta, es un lenguaje sencillo y espontáneoMichel de MontaigneFilósofo y humanista del Renacimiento

Un retorcimiento ideológico que comienza en el lenguaje y el propio contorsionismo al que es sometido. La complicación cursi que es todo lo contrario de lo que decía el sabio sincero Montaigne: «El lenguaje que a mí me gusta, es un lenguaje sencillo y espontáneo, lo mismo en el papel que en la boca, un lenguaje suculento y nervioso, conciso y apretado».

Si Montaigne se hiciera de nuevo cuerpo se volvería a su castillo al oír un constante retruécano mareante del que «empoderar» es casi el origen de todo. Cualquiera de las tres acepciones contiene un componente perverso si se atiende a los usos que generalmente se le dan. Sobre todo si se tiene en cuenta que el «empoderamiento» aparece, por ejemplo, hasta en los botes de Cola-Cao para «empoderar» a los niños.

«Empoderar» no sería perverso si no se usara, como al fin ocurre, para sustituir y borrar otras palabras que matizan conceptos importantesArturo Pérez-ReverteAcadémico de la RAE

¿Es «el niño» un «individuo o grupo social desfavorecido, si se alude al primer significado? Hay niños desfavorecidos y niños que no son desfavorecidos. Para el lenguaje woke «el niño» como concepto es un «individuo o un grupo social desfavorecido», sin matices. La segunda acepción resulta aún más inquietante: el mensaje que quiere dar al niño, en este caso, «autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo».

Si se atiende al tercer sentido, por mucho que esté en desuso, según el DRAE, «apoderar» al niño no deja de recordar con cierto temor, como en la anterior significación, a aquellos niños del genocida Pol Pot a quienes se lavó el cerebro. Niños insensibilizados, «empoderados» en esencia, capaces de las mayores atrocidades: el horror que de algún modo también significa el mal uso de la palabra «empoderar». Un verbo que «no sería perverso si no se usara, como al fin ocurre, para sustituir y borrar otras palabras que matizan conceptos importantes», dijo el académico Pérez-Reverte.

Existe un empoderamiento de los ciudadanos ignorantesDarío VillanuevaExdirector de la RAE

Darío Villanueva, exdirector de la Real Academia de la Lengua, denunció en su libro Morderse la Lengua que el «empoderamiento» en realidad es el de «la ignorancia y la estupidez». La perversión del lenguaje que llega al discurso y del discurso a la sociedad que asume la perversión, el empower que nació con una perspectiva feminista para acabar extendiendo su alcance hasta los niños, pobres niños «empoderados», incluso en el Cola-Cao.

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