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27 de abril de 2024

El director de cine Pedro Almodóvar en la manifestación del domingo por la sanidad pública

El director de cine Pedro Almodóvar, en la manifestación del domingo por la sanidad públicaEFE

El sectario activismo de izquierdas que practica la «cultura» española

Los mismos que se manifestaron bajo el lema 'Nunca Máis' lo han hecho ahora 'Por la sanidad pública', precisamente frente a un gobierno del mismo signo al que con las urnas no pueden derrotar

Cualquiera puede hacer proselitismo de lo que le plazca, no faltaría más. Lo cual no significa que después no pueda ser tachado de fanático, por ejemplo, o de cualquier otro adjetivo, tampoco faltaría más. Se ha visto con los ataques de los activistas por el clima a las obras de arte que dicho activismo no tiene por qué ser coherente, ni siquiera diligente. La negligencia forma parte de estos atentados culturales como el sectarismo forma parte de las manifestaciones a las que llama y acude la autodenominada «cultura» española, que no son mayormente «cultura», sino conocidos, en mayor o menor medida, profesionales del cine.
En la manifestación convocada por parte de la izquierda en defensa de la sanidad pública (la llamada 'Marea Blanca', que tiene una hermana en la 'Marea Verde' de la educación pública) el pasado domingo en Madrid se pudo ver a los habituales manifestantes ideológicos. Que no prácticos. Una manifestación que se precie debe de pedir algo concreto, no abstracto o confuso. La «cultura» española siempre se decanta por las causas no figurativas en las que cabe más de una interpretación, a pesar de que solo hay una torpemente encubierta. ¿Por qué había banderas, en este caso republicanas, en una manifestación en defensa de la sanidad pública?, ¿y por qué se entonó el Canto a la Libertad de Labordeta en una manifestación en defensa de la sanidad pública?

'Nunca Máis'

Podría decirse que son estas características esenciales y repetidas en las manifestaciones en las que se deja ver la «cultura» española, también coincidente en los individuos que la forman. Ni una sola manifestación de la «cultura» española donde no estén Pedro Almodóvar, Luis Tosar o Juan Diego Botto, entre otros. La manifestación del domingo en Madrid (¿por qué solo en Madrid?, cabe preguntarse) tuvo reconocibles semejanzas con las manifestaciones a propósito del accidente del petrolero Prestige bajo el lema 'Nunca Máis' y contra, otra equivalencia, un gobierno del Partido Popular al que las democráticas urnas, curiosamente, no pueden derrotar. Aquel fue otro ejemplo de protesta organizada y abstracta (igual que el 'No a la Guerra'), como una exposición conjunta y un mismo fin.
«Nunca Máis» se suponía que no debía suceder una catástrofe medioambiental, humana y económica como la de aquel tiempo en las costas gallegas, aunque también se podía interpretar como «Nunca Máis» un gobierno de, en este caso, el Partido Popular. El 12 de julio de 1997 cantaban las cigarras en la tarde calurosa. Era lo único que se oía en toda España después de conocerse que ETA había asesinado al concejal del Partido Popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco, secuestrado bajo amenaza de muerte si el Gobierno no acercaba a todos los presos etarras a las cárceles del País Vasco.

Sectarismo manifestante

En la manifestación en Madrid el 15 de julio contra ETA (gracias a cuyos herederos el actual gobierno de Pedro Sánchez se mantiene en el poder), tres días después del asesinato, caminaron juntos los representantes de todos los partidos políticos, sin excepción, junto a medio millón de españoles, incluido, por ejemplo, Almodóvar. Solo un terrible crimen, salvaje y cobarde, cometido contra un joven inocente ha servido para anular el sectarismo manifestante de ciertos políticos, por supuesto, y de los representantes de la «cultura» española que les siguen y les apoyan cuando el voto no es suficiente para darles la razón que necesitan.
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