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26 de abril de 2024

Hemingway escribiendo en un campamento en Kenia, hacia 1953

Hemingway escribiendo en un campamento en Kenia, hacia 1953

Electroshock y suicidio en 'Hemingway', la obra de teatro española que muestra la cruda realidad del novelista en el centenario de su visita a Pamplona

Los aspectos más negativos e íntimos del escritor se reúnen en una nueva representación que manifiesta la vulnerabilidad de una vida marcada por la miseria

Para conmemorar el centenario de la primera visita del autor Ernest Hemingway (Illinois, 1899 - Idaho, 1961) a Pamplona, cuidad que visitó multiplicidad de veces debido a su afición a los sanfermines, el Teatro Gayarre, abierto en 1841 y que funciona como el teatro principal de la Comunidad Foral, inaugura una obra de teatro cuyo argumento gira en torno a la vida interior del escritor.

Una vida llena de desgracia

El joven Hemingway llegó a España con 24 años, en el verano de 1923, con la misión de buscar material para sus reportajes periodísticos del diario Toronto Star. Ya entonces había sobrevivido a la Gran Guerra. Todavía le quedaban la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Esta cercanía con la muerte a través de conflictos violentos pero también a partir de desgracias familiares le provocó trastornos en su salud mental, especialmente al final de su vida, durante la que derrochó pasión y entusiasmo sin límite en todo lo que hizo.
Así lo ha descrito la autora de Hemingway, título de la obra, escrita por la dramaturga peruana Maritza Núñez, dirigida por el pamplonés Patxi Larrea, protagonizada por el actor Julio Alonso (quien muestra un sorprendente parecido físico al novelista) y producida por la compañía navarra Global Servicios Culturales.
El actor Julio Alonso, en un momento de la obra 'Hemingway', en el Teatro Gayarre

El actor Julio Alonso, en un momento de la obra 'Hemingway', en el Teatro Gayarre

El actor Julio Alonso ha añadido que es «muy estricto» con la preparación y la documentación sobre el personaje y que considera como una «anécdota» el parecido físico, ya que lo importante es «encontrar la esencia del personaje». El director Patxi Larrea no conocía en profundidad la vida del escritor y tenía una imagen de Hemingway que ha «cambiado» después de la obra. «El público va a darse cuenta de lo que realmente fue la vida del escritor estadounidense, igual que me pasó a mí», ha afirmado. Según ha señalado la autora peruana, para él Pamplona es «la euforia de la juventud», euforia que añoraba en esos últimos momentos antes de suicidarse, al igual que hicieron sus dos hermanos y su padre.
A lo largo de la representación se abordan temáticas relacionadas con la salud mental, tales como las relaciones familiares conflictivas, los traumas tras las pérdidas de seres queridos, las huellas de la guerra y el suicidio. La muerte está permanentemente en el texto, tanto de forma literal al final, como de manera metafórica. La obra adentra al público en el Hemingway más humano, en sus debilidades, su vulnerabilidad, el dolor de sus heridas de guerra, la pérdida de seres queridos, los viajes y intensa vida periodística y literaria.
En los últimos meses de su vida, ingresado en una clínica psiquiátrica y sometido a electroshock para cortar sus impulsos suicidas, entablará con su enfermero un diálogo en el que se mezclan los recuerdos reales, por ejemplo, de impactos de bala, con ensoñaciones y anticipaciones: el sonido de las que utilizó para quitarse la vida con su escopeta.
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