Nancy frente a Barbie
Nancy, la muñeca española que resiste al ejército de Barbie
Casi una década más joven que el personaje de Mattel, la muñeca de Famosa se mantiene desde hace más de medio siglo como gran competidora
Mi hermana fue una rareza entre las niñas por una razón: le gustaba Barbie. Pero mi hermana, que más que Barbie le gustaba la gimnasia artística, la usaba para hacer sus piruetas pues, sin ninguna duda, era la muñeca más estilizada y más apropiada para ese juego. La constitución de Barbie hacía de ella la perfecta gimnasta que no era, por ejemplo Barriguitas. Mi hermana también tenía Barriguitas, muchas. Las Barriguitas eran niñas y las Barbie eran mujeres, chicas, si se prefiere, que podían hacer gimnasia.
Nancy contra Barbie
Tener una Barbie en España en los ochenta era una especialidad, y más tenerla casi exclusivamente para que hiciera gimnasia. Igual que uno le pedía invariablemente a los Reyes un revólver con funda como el de John Wayne, su hermana les pedía siempre una Barbie. Años tras año fue formando un equipo, el equipo de la URSS o el de Rumania, los mejores de la época, por los que la Barbie playera o la Super Estrella se convertían en Elena Chouchounova o en Daniela Silivas.
Muchas niñas de entonces que hoy son mujeres nunca tuvieron una Barbie. Y muchas niñas de hoy tampoco las tienen. Ni las piden, ni las quieren, del mismo modo que entonces. España ha sido una conquista semi fallida (aunque también provocó y provoca pasiones) para Mattel y su personaje estrella, un poco al modo de la aldea de Astérix, que resiste ahora y siempre al invasor romano. La Barbie gustaba y no gustaba, a unas niñas sí y a otras no. Pero no como en Estados Unidos, sobre todo, donde no tenía rival. En España la Nancy era Manolo Orantes ganándole la final del US Open a Jimmy Connors.
25 millones de Nancys
Nancy nació en 1968 y fue la muñeca que superó el modelo de la todopoderosa y ansiada Mariquita Pérez, la muñeca favorita de la posguerra y más allá que fue un hito y un anhelo para aquellas niñas, la mayoría de las cuales no podían permitírsela por su elevado precio. Nancy fue el acercamiento nacional al icono creado por Ruth Handler. La muñeca de Famosa, casi una década más joven que Barbie, fue un hito como la primera muñeca asequible para los españoles, con formas modernas, articulada y, también como Barbie, contaba con una infinidad de complementos.
Nancy es la más genuina muñeca española que resistió, y resiste (25 millones de réplicas vendidas lo confirman), como los valerosos galos, a la invasión que regresa en una tentativa global casi imparable, donde hasta las niñas (y no tan niñas) menos convencidas miran con renovados ojos la vida en Barbieland.
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