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17 de mayo de 2024

Feijóo y Abascal en el desfile del 12 de octubre

Feijóo y Abascal en el desfile del 12 de octubreEFE

El Debate de las Ideas

Otra derecha era (y es) necesaria

No parece muy descabellado ofrecer una alternativa de menos impuestos, más propiedad y escuelas libres que hoy no se plantea

Tras el fiasco electoral del pasado 23 de julio, algunos analistas han planteado soluciones para que la derecha gane algún día tales como distribuir el voto de modo más estratégico, promover una única candidatura electoral o ser más astutos para movilizar menos a las izquierdas. No han faltado, incluso, quienes han considerado que la derrota de las derechas procede de lo amoldada que está al sistema de valores imperante: si la gente tiene que elegir ejecutor de la Agenda 2030, entre el original y la copia, lo normal es que se quede con el original.
Sin embargo, me gustaría plantear otra hipótesis: cualquier éxito futuro de la derecha pasa, más que por las ideas, por su aplicación práctica en los problemas reales. Y sugiero mirar simplemente a tres problemas muy básicos: la renta, la vivienda y la educación.

La renta de los trabajadores

En cuanto a la renta, hay que tener presente que los tan cacareados 21 millones de trabajadores españoles experimentan una confiscación de su salario que supera, en la mayoría de los casos, el 50 % si sumamos IRPF (retención + resultado de la declaración) y las cotizaciones a la Seguridad Social. Esa confiscación, es cierto, permite un Estado de bienestar verdaderamente robusto, que hoy puede ofrecer transporte público tirado de precio, bono cultural, y sobre todo sanidad gratis y subida de las pensiones ajustadas al IPC. Pero el coste es tanto, la renta disponible de la que se priva a los españoles es tanta,… que pienso que si alguien se atreviese algún día a plantear que parte de lo que es gratis tendría que dejar de serlo, y que la renta disponible de los españoles debería que aumentar, tal vez esos 21 millones de españoles y no pocos pensionistas duramente gravados por el IRPF (que son bastantes más que los perceptores de pensiones o ayudas) estarían dispuestos a cambiar su voto. Algo que no necesariamente iría contra el bien común pues, si hacemos caso a los economistas, produciría un efecto beneficioso para el conjunto y tal vez sería la garantía de que quede algo de bienestar estatal en el futuro.
Sin embargo, las derechas nunca se han atrevido a cuestionar la gratuidad de todo lo que el PSOE ha establecido como gratis a lo largo de 40 años. Cuando gobiernan, sanean las cuentas y reducen algo el déficit, pero siempre a base de «aumentar la recaudación» y sin reducir el gasto público. Alternancia sin alternativa.

La vivienda

Otro tema que merece un análisis es el de la vivienda. En España durante años, especialmente la segunda mitad del siglo XX, entre la VPO (cinco millones de viviendas sociales en propiedad) y la expansión de ciudades de tamaño más equilibrado que ahora, hubo un acceso real a la vivienda en propiedad a precios asequibles. Ello permitió una atomización/popularización de la propiedad convirtiendo en propietarios a mayorías que nunca lo habían sido. El derecho de propiedad llegó a ser asequible y accesible. Un avance que se frenó en la crisis de 2008 y que va en franco retroceso. Los últimos tiempos están siendo de reconcentración de la propiedad. Un joven tiene más probabilidades de ser inquilino toda su vida que de ser pequeño propietario como su abuelo. Las izquierdas proponen frente a este problema un «alquiler social». Una propuesta fake si contamos con que solo aspira a cubrir el 2 % del total de la vivienda en España.
Frente a esto, nuestra derecha no ha desarrollado una propuesta alternativa a favor de la propiedad popular. Sus programas se limitan referencias genéricas que además no han comunicado debidamente. ¡Un tema que debería de ser tan caro a la derecha! Y es que no se puede estar haciendo un discurso pretendidamente liberal o conservador, y luego fallar en una cosa tan básica como el acceso a la propiedad de quien la desee. Alternancia sin alternativa.

La educación

En cuanto a la educación, es palmario que existen fórmulas competitivas de elección de centro, como el cheque escolar, que beneficiarían a la parte de la población que hoy sólo puede ir a un centro estatal. La derecha, en lugar de ofrecer una alternativa anti-estatalista, sea mediante cheque o mediante becas disfrutables en centros privados, a lo más que llega es a defender el mecanismo socialista de los conciertos educativos. Alternancia sin alternativa.

Otra derecha es necesaria

No entro ya en otras cuestiones como el régimen autonómico, la Ley Orgánica del Poder Judicial o la agenda 2030 (en parte relacionada con la renta y la propiedad). Simplemente apunto a cuestiones económicas básicas. Si frente a problemas que tocan de lleno tus valores no tienes una propuesta alternativa práctica, es muy difícil generar transferencia de voto desde la izquierda o arrancar voto desde la abstención.
Las últimas elecciones han constatado las limitaciones de una derecha que tendría que desarrollar nuevos debates en temas que están mucho más cerca de los problemas reales de todo español que Correos, Txapote o el Falcon. Temas que además conectan con valores conservadores clásicos como la austeridad o la propiedad, y que son determinantes de la vida de las familias. Otra derecha era necesaria para ganar las elecciones. Otra derecha sigue siendo necesaria si se quiere ganar en el futuro. Lo que no tengo tan claro es que otra derecha sea posible una vez que se han aceptado ciertos marcos mentales del socialismo.
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