
El actor Bela Lugosi como Drácula en 1931
El mito del Drácula chupasangre se desmorona: en realidad era vegano
Estudios a partir de unas cartas manuscritas revelaron la ausencia de proteína animal en su dieta
El personaje que inspiró a Bram Stoker para crear su a su vampiro chupasangre, Drácula, ese ser condenado a vivir en un limbo entre los vivos y los muertos para toda la eternidad, el príncipe Vlad Tepes, conocido como El Empalador, parece ser que siguió una dieta fundamentalmente vegana, según unos estudios científicos que han analizado cartas escritas por el personaje hace 500 años.
Se decía que, más allá de la novela, la crueldad con sus enemigos y la sed metafórica de su sangre expresada en los empalamientos, llegó hasta el límite de bebérsela como señal de poder absoluto, de dominio y conquista. Pero las cartas manuscritas indican, según el análisis científico, que en realidad solo se alimentaba de vegetales: el mítico príncipe sangriento que era vegano, casi en una distopía histórica revelada por la ciencia.
Los científicos realizaron un análisis químico de tres cartas escritas en 1457 y 1475 por Vlad. De ellas se extrajeron sangre, sudor, huellas dactilares y saliva a través de etileno-acetato de vinilo (EVA), que no causa daños a lo analizado: «Hemos caracterizado alrededor de 500 péptidos, de los cuales alrededor de 100 péptidos eran ciertamente de origen humano», escribieron los autores. «En todos los documentos se identificaron péptidos relacionados con las proteínas de la sangre o provenientes de proteínas involucradas en el sistema respiratorio».
Carestía de carne en el XV
Lo que descubrieron fue la ausencia de proteínas de origen animal. Una cuestión que podría tener que ver con la necesidad y no con la elección. El frío y la carestía de carne en Rumanía en el XV llevaron a los nobles a no comer carne, según aseguran los expertos, cuyos estudios también desvelaron que Drácula podría haber padecido hemolacria, por lo que se derraman lágrimas mezcladas con sangre, la casi definitiva condición para crear la leyenda romántica que no solo no bebía sangre sino que la expulsaba con el llanto que quizá le producía no poder carne: el Drácula vegano descubierto en el XXI.