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CÓRDOBA, 09/08/2025.- Trabajos en el interior de la mezquita-catedral después del incendio que en la noche del viernes afectó al templo. Una capilla colapsada, en la que se ha derrumbado el techo, y otras dos afectadas es el balance de daños que ocasionó el fuego. EFE/Salas

Interior de la mezquita-catedral de Córdoba tras el incendioEFE/Salas

El incendio de la mezquita-catedral de Córdoba, desde dentro

El Debate cuenta cómo fue el origen y los desperfectos que causaron las llamas antes de la extinción del fuego

De acuerdo con las fuentes consultadas por El Debate, aunque se cree que el origen del incendio de la mezquita-catedral de Córdoba del pasado viernes fue la explosión de la batería de una barredora, la policía científica está estudiándolo y aún no ha emitido su informe oficial.

Según ha podido saber este periódico, los detectores, por la temperatura y el humo, avisaron del fuego a los vigilantes nocturnos Se comunicó el incidente a los bomberos, que en apenas cinco minutos llegaron al edificio.

El personal de la Obrería de la catedral, por su parte, se presentó en el incendio de forma rápida y voluntaria, sin ser avisado. Su intervención ante las llamas fue fundamental, ya que estas personas conocen a la perfección la construcción.

De esta forma, ante la consulta de El Debate, las fuentes destacan que se consiguió confinar el incendio a una zona de alrededor de 80 metros cuadrados; relativamente pequeña si se tiene en cuenta que la superficie de la cubierta de la mezquita es de unos 13.000.

Las lecciones que deja el fuego

Este logro fue fundamental, porque el gran miedo era que el fuego se expandiera por la cubierta, que es de madera. Y bajo dicha cubierta se ubica el artesonado, que también es de madera.

Esta cubierta se ubica, también, sobre tres capillas. Dos de ellas datan del siglo XVII, la del Espíritu Santo, de Hernán Ruiz II, y la de San Nicolás, que alberga, además, un retablo con cuadros de Pedro de Campaña. Ambas tenían dos bóvedas de piedra bajo la cubierta.

Estas construcciones han protegido el interior de las capillas. En la de San Nicolás colapsó la cubierta, pero la bóveda piedra aguantó, apuntan las fuentes consultadas por este periódico. Un primer análisis de las capillas parece indicar que su interior no ha sufrido daños, excepto algo de ennegrecimiento, fácil de limpiar, en la superficie inferior de la bóveda de San Nicolás.

En cuanto a la tercera capilla, de la Anunciación, data del siglo XVIII. Esta tenía una bóveda de cañizo que colapsó por el peso de la cubierta quemada y el agua. En este caso, el retablo que contenía ha sufrido algunos desperfectos al desplomarse la bóveda. No obstante, en una primera observación, el cuadro de dicho retablo no parece haberse dañado.

Por otra parte, esta capilla contenía también un tapiz que se sacó de allí desde el primer momento.

Las cubiertas que han ardido se reconstruyeron hace cinco o seis años, excepto la de la capilla de San Nicolás. Estas, las renovadas, han resistido mejor: a pesar del fuego no han colapsado, prosiguen las fuentes.

Según lo establecido por la normativa, estas cubiertas contaban con una sección superior a la necesaria en condiciones normales, por lo que la zona que se dejó margen suficiente para evitar el derrumbe.

El fuego, confiesan a este periódico, ha sido una desgracia, pero se puede decir que no se ha perdido ningún elemento valioso. Se tendrán que reconstruir las cubiertas, pero se llevará a cabo bajo los mismos criterios y diseños y con materiales mejorados. A pesar de la tragedia, se ha aprendido muchas cosas.

Así, el próximo mes de octubre se pondrá en marcha la instalación de un sistema contra incendios basado en la nebulización, el mismo que se ha instalado en Notre Dame. El proyecto ya está realizado, y el Cabildo ha aprobado el presupuesto a la empresa que lo va a llevar a cabo.

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