Paco Cerdà, Premio Nacional de Narrativa
El Premio Nacional de Narrativa va para un columnista de El País por una novela sobre Primo de Rivera
El valenciano Paco Cerdà ha recibido el Premio Nacional de Narrativa, galardonado con 30.000 euros, por su novela Presentes
Los premios nacionales son suyos y de nadie más. Es una evidencia. La «cultura oficial», aquella a la que se le da visibilidad, se premia y se presenta como mayoritaria desde las instituciones y, en particular, desde el Ministerio de Cultura, está copada por la izquierda. No hay espacio para nada más.
Puede ser una cultura pequeña, empobrecida, muchas veces mediocre, a veces con un atisbo de calidad, pero siempre, por pura intencionalidad, sectaria y exclusivista. Pero es la que se presenta como cultura española. Al menos en la España sanchista y si es que quien venga después de Sánchez no los remedia.
El Premio Nacional de Narrativa sigue la estela de los últimos años y ha premiado a Paco Cerdà, escritor valenciano y columnista de El País por una novela sobre José Antonio Primo de Rivera, Presentes (Alfaguara).
El autor, conocido por su anterior novela, 14 de abril (Acantilado), que trata de la muerte de un encuadernador en paro tiroteado durante una manifestación republicana en el ocaso del reinado de Alfonso XIII y del régimen de la Restauración.
Un grupo de falangistas exhuma tras la guerra el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, para trasladar sus restos desde el cementerio de Alicante hasta el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
El nuevo régimen franquista necesita sus héroes y sus mitos a la altura de los grandes monarcas de la monarquía hispánica.
Por eso, nada mejor que para construir al gran mito del franquismo hacerlo reposar entre los muros escurialenses junto a los restos de Carlos V y Felipe II.
En contraste, los derrotados de la guerra: obreros, sindicalistas, republicanos, militantes de izquierdas forzados a un precipitado exilio, encarcelados, condenados a trabajos forzados, encerrados en campos de concentración o fusiladas.
Son los dos presentes, el ausente fundador de la Falange y los ausentes en vida condenados por el franquismo, también, a su manera, presentes.
El tema no podría ser más del gusto de la agenda ideológica del sanchismo, empeñada en recurrir al comodín del franquismo cada vez que las cosas se ponen feas en el Tribunal Supremo o en la Carrera de San Jerónimo.
