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Rafa Sánchez durante un concierto

Rafa Sánchez durante un conciertoCedida

«Hicimos un pacto de caballeros: nadie podía tomar nada (drogas) antes de tocar, y fue una gran decisión»

Icónica voz de La Unión que aún resuena en la noche madrileña gracias a su éxito Lobo hombre en Madrid, Rafa Sánchez sigue activo y se le verá con otras viejas glorias en el festival Debajo de mi sombrero

Viejas glorias del pop-rock español de los 80 y 90 como Rafa Sánchez de La Unión, Jaime Urrutia de Gabinete Caligari, Miguel Ostas de Siniestro Total o Tennessee se darán cita el 12 de diciembre en el Palacio Vistalegre de Madrid para el festival Debajo de mi Sombrero.

Se trata de una propuesta diferente donde se entremezcla el festival tradicional con el rodaje cinematográfico.

Para hablar del evento, y repasar su trayectoria, El Debate habla con Rafa Sánchez, voz reconocible y todo un emblema de aquellos años dorados de la música española, y de su legendario éxito Lobo hombre en París.

–En el Festival Debajo de mi sombrero compartes cartel con Jaime Urrutia, Miguel Costas, Tennessee, Carlos Segarra… Menudo revival de la edad de oro del pop-rock español…

–Totalmente. Vamos a estar figuras icónicas de ese momento y espero que la gente lo pase estupendamente rememorando canciones de esa época.

–El paso del tiempo es implacable para todos, y muchas de esas bandas estaban ya un poco olvidadas…

–Puede ser en muchos casos. En mi caso, con La Unión, hasta 2018 estuvimos en activos. Incluso en 2003, siendo algo ya muy atípico, ya que ya no se sonaba ni en las radios ni en la televisión, logramos un número uno con Vuelve el amor. Y en el 2006 editamos el último álbum. Así que nosotros en ningún momento paramos, y yo ahora también sigo en solitario editando temas.

Yo creo que es más una cuestión de público. Quiero creer. La gente de nuestra quinta, que eran adolescentes cuando empezamos, ahora han pasado ya por la paternidad, que te deja muy poco espacio al divertimento, al salir, y al volar sus hijos del nido han retomado su vida de adultos.

Por eso hay tantos festivales de los 80 y 90, y además con tanto éxito, como Love the 90s o Locos por la música, que se ponen a tope. Quiero pensar que es un poco el cambio de vida de nuestro público objetivo.

–¿Qué echas de menos de aquella época dorada? Me imagino que tendrás millones de anécdotas…

–Echo de menos el glamour y el lujo con el que nos movíamos con las discográficas. Ahora ha cambiado todo con la irrupción de internet, las plataformas para oír música, y el que ha salido demonizado en este cambio ha sido el artista. A través de las playlists las compañías siguen llevándose gran cantidad de dinero, mientras que al artista nos llegan muy pocos royalties a través de esta plataforma.

Pero también ha habido cambios para bien, como el hecho de que ahora, para grabar un disco, ya no es cuestión de unos pocos elegidos. Ahora con HomeStudio y con las redes, para dar visualización a las cosas, cualquiera con un poco de talento y una buena canción puede llegar al gran público.

–¿Qué fue lo más raro o más sorprendente que le haya pasado en el escenario?

–La verdad es que en el escenario cuantas menos cosas raras te pasen, mejor. Se me ha ido la luz en mitad de un concierto, se subían al escenario de repente fans y había que sacarlos de mala manera, y, al principio, salíamos cada uno a un rollo por el tema drogas. Pero llegó un momento en que dijimos: esto no puede ser. Hicimos entonces un pacto de caballeros: nadie podía tomar nada (drogas) antes de salir a tocar, y la verdad es que eso fue una gran decisión.

Lobo hombre en París sigue siendo la canción más popular de La Unión, y todo un himno generacional. ¿A qué cree que se debe su éxito?

–No sabría decirte. La clave del éxito es algo bastante de saber. Además, es una canción atípica con un estribillo atípico. No lo sé, pero en lo que sí que estoy de acuerdo contigo es en que es la canción más icónica de La Unión.

De hecho, a un adolescente le hablas de La Unión y probablemente no nos conozca, pero le hablas de Lobo hombre en París y sí la conoce. Es una canción que se hizo mucho más grande que el grupo que la compuso.

–Que reconozca que es la canción más icónica de La Unión no significa que sea, necesariamente, su favorita. ¿Hay alguna otra?

–Las favoritas están más cercanas a lo último que has hecho. Para mí ahora, por ejemplo, Vístete princesa, o Maldito Adagio, son canciones que me llenan más. Pero he de reconocer que, junto con Sildavia o Vuelve el amor, el Lobo Hombre es de los momentazos de los conciertos.

–¿En qué momento artístico se encuentra Rafa Sánchez?

–Pues acabando gira y empezando otra de invierno. Tengo un show que se llama Biografía, en el cual hago un repaso cronológico de las canciones más icónicas de La Unión y donde voy contando y cantando cómo va cambiando mi vida, canción a canción, y eso es lo que va a llenar gran parte del invierno a nivel actuaciones.

Tampoco me planteo hacer álbumes, sino que voy a ir sacando canciones poco a poco para tener presencia en redes, pero no las voy a editar en físico.

–¿Hay algo de lo que se arrepienta?

–Hay muchas veces que cometes errores, pero al final, haciendo un balance entre errores y aciertos, el hecho de que todavía me pueda subir a un escenario y que la gente venga a verme, creo que el balance es positivo.

Errores se cometen muchos, uno de ellos muy claro fue, en el segundo álbum, ante la sospecha de que éramos un grupo hecho por una compañía con cuatro chicos más o menos guapetes (nos tacharon de comerciales), pues decidimos hacer un álbum más oscuro. Y no funcionó.

Pero también, el hecho de que ese álbum no funcionara tan bien nos hizo poner los pies en la tierra y, a partir de ahí, nos tomamos el hecho de vivir el mundo de la música como algo serio, como algo que podría durar, y empezamos a hacer las cosas con conciencia y tratando buscar la máxima calidad.

–¿Qué música escucha?

–Pues escucho mucho de todo. Me dejo llevar por las playlists. Pero, mi pareja es DJ, y, por cercanía, estoy oyendo muchísimo melodic-tecno. De hecho, estuve hace un par de años en un festival de melódico en Tulum, en México, en el Zamna Music Festival, y la verdad es que disfruté muchísimo de la propuesta. Fue muy energética.

–De los grupos y artistas actuales, ¿cuál es su favorito?

–Me gusta Mucho Harry Styles, también The Weeknd, Ariadna a nivel nacional, me parece que tiene una buena propuesta. Alguna canción, aunque no te lo creas, de urbano, alguna de Maluma. Oigo mucho de todo, la verdad es que no me cierro. Siempre he sido muy ecléctico a la hora de escuchar música.

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