Raphael, cual Ave Fénix, resurge de sus cenizas y vuelve a conquistar al público de Madrid

A Raphael no hay quien lo baje de los escenarios. Ni el accidente cerebrovascular que padeció en 2024, ni el linfoma cerebral que se le diagnosticó y que le forzó a bajarse durante seis meses del escenario, le han llevado a retirarse.

La inoportuna bronquitis que padeció a principios de octubre y que le obligó a cancelar varios conciertos tras complicarse tampoco lo iba a derrotar. Un mes después ya estaba en Valencia donde protagonizó un histórico concierto en el Roig Arena ante 7.000 asistentes.

Poco después se le vio en Las Vegas cantando en la ceremonia de los Latin Grammy, donde se le homenajeó en reconocimiento de sus 60 años de carrera con el Premio a la Persona del Año.

Pero donde Raphael ha vuelto a coronarse como el artista total que es ha sido en Madrid este domingo, donde ha regresado con su gira ‘Raphaelísimo’, un espectáculo con el que conmemora sus más de sesenta años de trayectoria musical y que suena a gloriosa despedida.

Raphael ha vuelto a emocionar a Madrid, una ciudad que históricamente se ha rendido a los pies del Divo de Linares. Tras su visita en junio, el artista regresó este domingo a la capital para actuar en el Movistar Arena.

El recital de este 7 de diciembre arrancó puntualmente a las 20.30 horas, informó Europa Press. Raphael, fiel a su imagen de siempre, apareció vestido con su característico traje negro y acompañado por sus diez músicos.

Desde el primer momento logró poner al público en pie. Entre los asistentes se encontraba una nutrida representación de admiradores de distintas edades, incluyendo jóvenes y familias con niños, lo que refleja el carácter intergeneracional de su legado artístico.

Muchos de los presentes ya habían asistido en otras ocasiones a conciertos del cantante, que en esta fecha se ha convertido en una suerte de tradición navideña.

El repertorio comenzó con la balada La noche, seguida de Yo sigo siendo aquel, en la que Raphael, dirigiéndose al público, exclamó con complicidad: «¡El Raphael de siempre!», y a continuación interpretó Cierro mis ojos.

A lo largo de la velada no faltaron clásicos imprescindibles como Digan lo que digan o Mi gran noche, himnos que fueron acogidos con aplausos entusiastas y que desataron un ambiente festivo. Aun así, hubo momentos de especial emotividad cuando entonó temas como Si no estuvieras tú o Qué sabe nadie, cuyas letras parecían resonar con una carga especial dada su reciente batalla contra la enfermedad.

Durante el concierto, Raphael también interpretó piezas de su último trabajo discográfico, Ayer aún, una producción que rinde tributo a la chanson française y a figuras emblemáticas como Edith Piaf y Charles Aznavour. Canciones como La vie en rose tiñeron el ambiente de una atmósfera nostálgica, mientras que su versión del tango Malena mostró otra faceta de su versatilidad vocal.

Otras baladas destacadas fueron Desde aquel día, Amor mío, Nada soy sin Laura, Que nadie sepa mi sufrir, En carne viva o Ámame, que lograron conmover al público.

Uno de los momentos culminantes fue Gracias a la vida, recibida con una ovación cargada de emoción, seguida de Estar enamorado, cantada y bailada con entusiasmo por toda la sala.

La velada continuó sin descanso, hasta alcanzar el tradicional Tamborilero, una de las piezas más esperadas en estas fechas. Mientras sonaba esta canción, en las pantallas del escenario se proyectaban imágenes y carteles de sus primeras actuaciones en los años sesenta, lo que sirvió de prólogo para su célebre Yo soy aquel. Al interpretarla, Raphael exclamó entre aplausos: «¡Un año más, señores!».

El concierto concluyó con dos de sus grandes éxitos: Escándalo y Como yo te amo. Fueron casi dos horas de espectáculo que, en principio, iban a repetirse el lunes 8 de diciembre. No obstante, esa segunda función fue aplazada y se celebrará finalmente el 19 de diciembre de 2026 en el mismo recinto.

Estos conciertos han sido reprogramados para 2026, año en el que también está previsto que retome su presencia internacional con actuaciones en Estados Unidos y México durante los meses de abril y mayo.

A pesar de los contratiempos de salud, este 2025 ha traído consigo importantes reconocimientos. Uno de los más destacados fue su nombramiento como Persona del Año por la Academia Latina de la Grabación, un galardón que le fue entregado en Las Vegas durante la Semana del Latin Grammy y que lo distingue como «un embajador de la música latina a nivel mundial».

Al término del concierto, numerosos seguidores aguardaban a las puertas del recinto para despedir al artista, algunos con flores en la mano, todos con la esperanza de seguir disfrutando de futuras presentaciones de esta figura imprescindible de la canción en español. Como resumía uno de ellos: «Este hombre es digno de estudio».