Isabel Izquierdo Peraile es la nueva directora del Museo Arqueológico Nacional
Isabel Izquierdo, experta en «arqueología de género», nueva directora de un Museo Arqueológico Nacional en crisis
La historiadora valenciana se pone al frente de la institución tras una experiencia como conservadora de museos del Estado desde 2001 y en mitad de una crisis por el cierre de salas del MAN
La doctora en Historia Isabel Izquierdo Peraile (Valencia, 1970) ha sido nombrada directora del Museo Arqueológico Nacional (MAN), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, según acaba de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Según ha informado el ministerio, Izquierdo ha desarrollado las facetas de investigación, docencia y difusión de la arqueología a lo largo de su trayectoria profesional. También se ha desempeñado en la gestión cultural y museística como conservadora de museos y coordinadora de proyectos.
Su nombramiento conlleva el fin de la dirección de Andrés Carretero, en el cargo desde 2010. Izquierdo es conservadora de Museos del Estado desde 2001 y de 2020 hasta la actualidad ha desempeñado el cargo de directora de programación de Acción Cultural Española, «en el que ha sido responsable de su actividad, tanto nacional como internacional», reza el comunicado de Cultura.
«Arqueología de género»
Además de doctora en Historia, dentro de la especialidad de Arqueología, es autora de más de un centenar de publicaciones especializadas, con especial dedicación al estudio de la cultura ibérica, la arqueología de género y la planificación museológica.
En una investigación publicada por el Instituto de las Mujeres titulada Arqueología y género, Isabel Izquierdo asegura que «las investigaciones en materia de género surgen como elemento vertebrador de la educación en igualdad, con el objetivo de romper definitivamente con los estereotipos creados tradicionalmente entre hombres y mujeres». Así, este estudio arqueológico «con perspectiva de género» busca extraer, a través de la materialidad de las sociedades pasadas, información acerca de cómo eran en ellas las relaciones entre hombres y mujeres y cuál era el papel femenino en las sociedades pasadas, además de plantearse que «la pretendida neutralidad desde la que se había enseñado la Historia es en realidad una interpretación androcéntrica».
Sin embargo, el mayor de los problemas de Izquierdo Peraile no será su orientación investigadora, que a buen seguro podrá seguir desarrollando al frente de la institución (la etiqueta de «perspectiva de género» es cada vez más indispensable para ostentar un cargo en la administración pública): el MAN lleva meses afrontando a medias una crisis que afecta al conjunto de la ciudadanía.
Falta de personal y cierres de salas
El pasado noviembre, el Museo Arqueológico Nacional atravesó una de sus peores crisis, con el cierre de las salas de Egipto y Grecia por falta de personal, coincidiendo con la celebración del Año Tutankamón. Aunque la dirección, y el Ministerio de Cultura del que depende, aseguró que se trataba de un «problema temporal», lo cierto es que en la actualidad continúan cerradas la entreplanta y la segunda planta, donde se encuentran las salas del Mundo medieval: Reinos cristianos, Edad Moderna, Historia del Museo y Oriente Próximo.
Desde marzo de 2021 se arrastra esta situación, que va colgando el cartel de «Cerrado temporalmente» en las zonas de Arte Medieval o de la Edad Moderna, en las salas egipcias y en la réplica de Altamira, que tampoco se puede ver. A finales del año pasado, media decena de vigilantes se acogieron al concurso de traslados y abandonaron el MAN, lo que provocó el cierre de las salas de Egipto y Grecia. Entonces, el Ministerio de Cultura se vio obligado a reforzar la plantilla por la vía de urgencia para salvar esta crisis, pero los contratos de estos trabajadores ya han finalizado y hace aproximadamente un mes, en nuevo concurso de traslados, otros tres vigilantes salieron del MAN.
A todo esto se añaden los setenta puestos que el ministerio prometió convocar, pero que siguen sin salir, con lo que la institución continúa en crisis, sin solucionar sus principales puntos flacos y con algunas polémicas, como la del traslado de la Dama de Elche, aún coleando.
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