Detalle de la portada de 'Paisajes de la historia de España'
Si las paredes hablasen, lo harían de España
García de Cortázar recorre el país deteniéndose en aquellos lugares en los que la historia se materializa en casas, campos o ruinas
Espasa / 480 págs.
Paisajes de la historia de España
Contemplar el teatro de Mérida nos pone frente al legado romano de España, las torres de la catedral de Burgos hablan del esplendor de la Edad Media, El Escorial nos recuerda al imperio en el que no se ponía el sol y el Valle de los Caídos es la memoria de un país quebrado que en el pasado se debe quedar. Todos estos lugares son Paisajes de la historia de España.
Pero también lo son las calles «vaciadas» de Calatrava La Vieja, el ruinoso monasterio de Fresdelval o el triste descampado de Lasarte en el que fue encontrado Miguel Ángel Blanco.
Hay lugares que contienen la memoria de toda una época. Hay lugares que son la crónica transparente de un tiempo
Fernando García de Cortázar se ha propuesto poner en valor cada uno de los rincones de España. En su imponente Viaje al corazón de España el historiador recorre la Península ofreciendo al lector una visión personal de, prácticamente, todos los puntos de interés del país. Ahora publica Paisajes de la historia de España, un nuevo trayecto que se detiene en 43 lugares que podríamos llamar «miradores al pasado». Pueblos, ciudades, ruinas o campos en los que ha quedado impregnada la memoria de una nación.
En orden cronológico y con paradas en casi todas las regiones, García de Cortazar nos ofrece una particular historia de España. Un libro para todos los públicos y que puede convertirse en una herramienta perfecta para planificar futuros viajes.
El autor combina en esta obra capacidad de síntesis, conocimientos históricos, estilo narrativo y un amplísimo abanico de lecturas que le permiten aderezar cada una de sus visitas con multitud de citas literarias de aquellos escritores que han encontrado en España y sus paisajes la mejor inspiración.
García de Cortázar elige destinos que son fundamentales para entender la historia del país y los aprovecha para repasar brevemente la época que simbolizan: Toledo y el encuentro de culturas en la España de la Reconquista, Sevilla y la puerta al Nuevo Mundo, Cádiz y su Constitución, o Madrid y los horrores de la Guerra Civil.
Palabras de esperanza que buscan en el horizonte el rostro de mi patria
Paradas obligatorias que se cruzan con otros lugares menos «evidentes» y que también son visitados por el historiador: las ruinas visigodas de Recópolis, en la Alcarria, el murciano valle de Ricote que vio marchar a los moriscos o el parador de Gredos en el que se reunieron los hombres encargados de culminar la Transición con la Carta Magna de 1978.
Las últimas piedras que pisa Fernando García de Cortázar son las de las calles de Ermua. Un capítulo final que nos habla de la historia más reciente de España, la que está regada con la sangre de las víctimas de ETA. El paisaje de Eibar se convierte en telón de fondo de la sinrazón y el fanatismo en unas páginas en las que se condensa el espíritu con el que el autor ha querido impregnar este libro.
Paisajes de la historia de España es un libro útil y que bien merece estar en la estantería. De sus páginas puede salir el plan perfecto para el próximo fin de semana.
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