Cinco marchas procesionales que muestran el valor cultural universal de la Semana Santa española

La Semana Santa en España es sinónimo de cultura, tradición y expresión artística más arraigada en el alma de los españoles.

Las procesiones que desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección atraviesan de norte a sur la geografía española suelen destacar por el valor artístico de las tallas que se sacan en procesión, los hábitos y la riqueza de las tradiciones de cada territorio de España.

Sin embargo, una de las más excelsas expresiones artísticas de la Semana Santa española es su música, donde la marcha procesional se ha convertido en todo un género.

La Madrugá

Compuesta en 1987 por el maestro Abel Moreno Gómez, La Madrugá es una de las marchas procesionales más interpretadas durante la Semana Santa.

Su tono fúnebre, su marcada espiritualidad y su elegante solemnidad (con un interesante juego rítmico y progresión sonora) hacen de esta marcha un símbolo de las procesiones de la Semana Santa española.

Obviamente, ya desde su nombre se adivina, es una marcha inspirada en los pasos sevillanos y, en particular, fue compuesta para la Madrugá sevillana.

Hosanna in Excelsis

Presentada en el año 2009, la marcha procesional Hosanna in Excelsis del compositor Óscar Navarro González es otro de los clásicos modernos de las hermandades de la Semana Santa española.

Su popularidad es absoluta por su musicalidad absolutamente sublime, por el misticismo que transmite capaz de transmitir los sentimientos del pueblo cristiano que acompaña a Cristo camino del Calvario.

Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono

Compuesta en 1995 por Francisco Herrera Míjez, la marcha del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, con su apoteosis de cornetas escoltadas por los tambores de la banda, representa como pocas el camino de Cristo hacia la Cruz, sus caídas, su sufrimiento y su abandono.

Jerusalén

En los últimos años la marcha Jerusalén de José Vélez García, compuesta en el año 1999, ha adquirido una enorme popularidad, suena en casi todos los pasos procesionales y se ha convertido en un símbolo de la Semana Santa española.

Sus críticos, sin embargo, señalan que esta marcha se aleja en muchos aspectos de los elementos tradicionales de las marchas procesionales y que es demasiado cinematográfica. Sin embargo, su épica y su musicalidad pegadiza la convierten en una emocionante pieza y justifican su popularidad.

El novio de la muerte

Un artículo sobre las marchas procesionales de la Semana Santa española quedaría cojo sin El novio de la muerte, interpretado por la Legión durante la procesión del Cristo de Mena en Málaga.

Aunque no es el himno oficial de la Legión española, ya que lo es La canción del legionario, El novio de la muerte es su himno más popular gracias a la emocionante interpretación que de él hacen durante el traslado del Cristo de la Buena Muerte.

Este en su origen cuplé compuesto para la artista Lola Mojntes y adaptado como himno legionario inspirado en un suceso real protagonizado por un legionario durante la Guerra del Rif, es un símbolo absoluto no sólo de la Semana Santa de Málaga, sino de toda España.