Dum Dum Pacheco y el cómic que relata su vida: de pandillero a boxeador

Todo apuntaba a que José Luis Pacheco moriría joven, como otros compañeros de la banda con la que controlaban el sur de Madrid en los sesenta, pero la cárcel y la legión le convirtieron en Dum Dum, campeón de España de boxeo, actor y ahora protagonista de un cómic que atesora varios premios.

'Mear Sangre', la autobiografía que Pacheco empezó a escribir entre rejas –reeditada en 2021 por Autsaider, la misma casa que ahora edita el cómic–ha servido de base principal a los dibujos de Jaime Infante y al guion de Javier Marquina, que reconocen que eran conscientes de que estaban creando algo especial.

«Por una vez tenía la sensación de que algo me había salido muy bien, porque a mí normalmente no me gusta nada de lo que hago», admite Infante, que está dando sus primeros pasos como ilustrador en el cómic estadounidense. De momento, se ha llevado el premio de las Librerías de Madrid al mejor del año 2024 y el del medio especializado 'Tomos y grapas'.

El libro relata la vida de Dum Dum Pacheco, que alcanzó la gloria como deportista tras salir de la cárcel de Carabanchel, donde pasó de los 16 a los 19 años por sus delitos como miembro de los Ojos Negros, una banda formada en una Usera aún chabolista que como curiosidad ejerció de protectora de Camilo Sesto en sus comienzos.

Cumplida su condena y tras pasar por la legión, empezaron a apodarle por sus golpes en el cuadrilátero como las balas que se fragmentan al impactar (dum-dum). Mientras vivía un éxito que le acercó a otros boxeadores y personajes de la farándula como Pedro Carrasco, fue actor en algunas películas míticas que fueron éxito de taquilla como 'Juventud drogada' (1977) o 'Yo hice a Roque III' (1980).

En la actualidad, con 75 años, vive en una residencia de ancianos del sur de Madrid, aquejado de una demencia que le ha impedido disfrutar de este cómic.

«Es una persona que ya tiene una edad y, sobre todo, que ha tenido una vida complicada y ha sido boxeador en unos años en que era mucho más salvaje», explica Marquina, que no se ha llegado a encontrar con él en persona, pero ha usado la abundante documentación disponible en forma de libros y entrevistas, además de conversaciones con compañeros que sí le han conocido y aún le visitan.

Por eso, saben que Pacheco ha llegado a tener este cómic en sus manos, aunque «no le hizo mucho caso, probablemente ni siquiera es consciente de que es sobre su vida», remarca por su parte Infante, que ilustró la cubierta con un dibujo del boxeador ensangrentado y con gorro de legionario, como salió alguna vez al ring.

Personaje controvertido, el protagonista creció en los poblados 'de aluvión' del éxodo rural de la posguerra, donde llegó a haber una especie de apartheid que dejaba de admitir más extremeños, relata Infante, cuya familia pasó por esos lugares donde aún se perpetúa la pobreza y el hacinamiento, aunque ahora quienes los sufren son inmigrantes de otros países.

Sus dibujos se adentran en estos núcleos transformados por el franquismo en 'chabolismo vertical'. «He tirado también de anecdotario familiar, por ejemplo al dibujar un cartel con la cara de Jesucristo y el mensaje 'Se busca', que era un clásico del cristianismo de izquierda que mis padres tuvieron en casa», relata.

Respecto a su contenido, este es un cómic 99 % realista, remarcan sus autores, y no ahorra detalles como que Dum Dum maltrataba a una de sus novias y sus personajes más admirados eran Franco, Hernán Cortés y Elvis Presley.

«Nos preocupaba cómo reflejar situaciones de maltrato a la mujer. Pero al final simplemente lo mostramos», remarca el guionista, que asegura que en ningún momento han querido ponerse a favor o en contra de un individuo que además fue «muy beneficiado por el franquismo», recuerda.

«Sabíamos que al ser el único personaje sobre el que cae el punto de vista, sí o sí empatizas con él aunque te caiga fatal, y era una cierta traición al lector verle hacer cosas terribles. Pero es que es una persona de carne y hueso. Y si como autor tengo que explicar que una violación está mal es problema del lector, no nuestro», abunda el dibujante de un cómic crudo que ofrece un relato en blanco y negro sobre una España no tan lejana.