Shorts, Faried y Sloukas acaban con el fortín del Movistar Arena

El Real Madrid perdió su condición de invicto en el Movistar Arena este curso a costa de un Panathinaikos que estuvo por delante desde 7-8, apoyado en el talento de T.J. Shorts, la veteranía de Kostas Sloukas y la contundencia de un Kenneth Faried que ha irrumpido al son de trompetas en la Euroliga, todos ellos con 19 dígitos o más de valoración al final de la noche.

Recién llegado de perder en Valencia, aunque con mejores sensaciones fuera tras una semana de 'tour' por España que se saldó también con triunfos en el 'Clásico' europeo en casa del Barça y en el duelo liguero en Badalona frente al Joventut; el conjunto blanco confiaba en que sus buenas prestaciones como anfitrión le facilitaran el triunfo ante uno de los 'cocos' de la máxima competición continental.

Sin embargo, nunca es sencillo contra el conjunto griego, que rezuma talento en todas sus posiciones y en el que cualquiera puede hacer un traje. Entre Nikolaos Rogkavopouos y Shorts le pusieron en órbita. Y a ellos acabaron sumándose Kendrick Nunn y el nuevo juguete heleno, Faried, para ayudar a los suyos a irse con seis de ventaja al final de un primer cuarto donde las cifras, parejas, no hacían honor a las sensaciones, mucho mejores para los de verde (16-22, m.20).

Unos buenos minutos del francés Theo Maledon ayudaron al anfitrión a no perder comba en el retorno al parqué, pero las réplicas en la otra canasta de Kostas Sloukas, que por mucho que pasen los años siempre aporta cuando entra en acción, seguían permitiendo a los suyos mirar por el retrovisor al rival, de cerca hasta que un parcial de 4-11, en el que los puntos madridistas solo llegaron desde el tiro libre, rompió la contienda poco antes del descanso (38-52, m.30).

Del paso por vestuarios volvió a salir agigantado Faried, quien en su primer partido en el torneo días atrás había firmado un doble-doble contra el París Basketball y en el segundo, en su visita a la capital de España, demostró estar más que capacitado para ser decisivo, mirando a los ojos a Walter Tavares a pesar de que el caboverdiano acabó con 20 puntos, diez rebotes y 30 de valoración.

Constante en la anotación, fue capaz de mantener a flote a los visitantes en un momento en el que Real Madrid peleaba por saltar por encima del muro psicológico de los diez de desventaja, después de haber ido hasta diecinueve abajo tras un parcial de 2-7 en el amanecer de la segunda parte.

Sin embargo nunca llegó a conseguirlo y, en un momento dado, los once a los que estaba se convirtieron en diecisiete gracias a Shorts, Sloukas y Osman. Así, a la media hora, la primera derrota del Real Madrid como local este curso asomaba en el horizonte como algo que parecía inevitable (59-73, m.30).

Tuvo el plantel de Sergio Scariolo una nueva oportunidad de acercarse a diez o menos, pero falló Tavares el tiro libre que lo hubiera permitido a poco más de tres minutos. No hizo lo propio Juancho Hernangómez con un triple acto seguido, después de que el Panathinaikos moviera la bola de maravilla.

Ahí terminó por cerrarse la primera derrota madridista en su pista de la calle Goya desde el 1 de mayo, 196 días, cuando otro equipo griego, el Olympiacos, ganó el cuarto partido de la serie de playoffs que le dio el pase a la Final a Cuatro.