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07 de mayo de 2024

El Alpine de Fernando Alonso, en el GP de Canadá

El Alpine de Fernando Alonso, en el GP de Canadá de 2022EFE

La tarde en la que Fernando Alonso demostró que no había dicho su última palabra en la F1

Un año después parece poca cosa, pero el largo camino de Fernando Alonso por el desierto de la Fórmula 1 empezó a terminar en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal. Allí, bajo la lluvia y en una pista muy peligrosa, el todavía piloto de Alpine lograba una segunda posición en la tanda de clasificación que sabía a gloria.
El español llegaba al Gran Premio de Canadá después de una mala primera parte de la temporada y lastrado por los continuos problemas mecánicos y abandonos del monoplaza. La jornada del sábado en el trazado norteamericano sirvió para cambiar la tendencia y demostró que Alonso podía seguir siendo competitivo.
La jornada estuvo marcada por los cambios de tiempo y por una lluvia que obligó a los pilotos a arriesgar. Cuando se trata de competir en condiciones que restan el potencial de los vehículos, el asturiano siempre es un piloto a seguir.
Así, en una Q3 que se decidió en los últimos instantes, Fernando Alonso entraba en meta a 6 décimas del intratable Max Verstappen, pero por delante de coches muy superiores como el Mercedes de Lewis Hamilton y el Ferrari de Carlos Sainz. Fiel a su estilo, el español prometió batalla en los primeros giros.
Sorpresa mayúscula en Canadá y una primera línea en la parrilla de salida que se producía por primera vez en diez años. Había que volver a julio de 2012 para encontrar al español en esa posición. Fue en el Gran Premio de Alemania de aquel año cuando Alonso lograba su última pole hasta la fecha. Desde entonces, ni el McLaren ni el Alpine le permitieron competir con los gallos de la Fórmula 1.
Si la quali fue todo un subidón para la afición española y los creyentes en 'El Plan', la carrera del domingo devolvió a unos y otros a la cruda realidad. El monoplaza no fue competitivo, el equipo se equivocó con la estrategia y Alonso sufrió una penalización que lo relegaron a la novena posición. Por detrás, incluso, de su compañero Estaban Ocon.

Las cosas han cambiado

Un año después, la realidad es otra. Con el fichaje por Aston Martin, Fernando Alonso ha logrado tener un monoplaza con el que sí puede luchar. En 2023 ha salido segundo en tres ocasiones y lo que era un milagro la temporada pasada, ahora es casi una obligación. En Arabia Saudí no solo consiguió rivalizar en clasificación con los Red Bull, sino que adelantó a Sergio Pérez en la primera curva y llegó a liderar la carrera.
En Mónaco, hace apenas un mes, la batalla entre Alonso y Verstappen tomó tintes épicos y solo el riesgo extremo del holandés evitó la pole del español. En este contexto, el de Aston Martin vuelve al Gilles Villeneuve, donde solo ha ganado en 2006, asegurando que seguirá dando guerra y declarando, incluso, que «machacará» a sus rivales.
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